Sueño y legado de Luis Carlos Sarmiento

 

Cuando una de sus empresas, siguiendo con la dinámica de la constructora que lleva su nombre, adquirió un globo de terreno en Bogotá, hace más de veinte años, para desarrollar el proyecto inmobiliario Villa Aranjuez, Luis Carlos Sarmiento, reservó un área aproximada de 30 mil metros para un futuro desarrollo.

 

En ese momento solo su familia conocía el propósito y destino que le daría a ese terreno. Llevaba muchos años soñando en construir un centro hospitalario que aportará al sector de salud del país.

 

Tal y como ha sido su acostumbrada disciplina, agudeza mental prodigiosa y pragmatismo, formados desde sus años universitarios de ingeniería civil en la Universidad Nacional, empezó a imaginar y diseñar lo que él quería e idealizaba. 

 

A diferencia de otras dinámicas filantrópicas, Luis Carlos Sarmiento, no limitó su aporte a una simple transferencia de recursos. Se dedicó durante los últimos años en búsqueda de la excelencia de este emprendimiento. Siguiendo con la estricta exigencia de perfección, constancia e incansable trabajo, que lo caracterizan, la misma que demanda a sus subalternos, y que es una constante en todos sus emprendimientos, lideró personalmente el proyecto.

 

Al considerar que el mayor flagelo y problema de salud de los últimos siglos es el cáncer, estimado en la segunda causa de muerte en el país, donde cerca de 250,000 colombianos se encuentran en diferentes etapas de tratamiento, comenzó la tarea de un diseño de infraestructura innovadora de investigación y tratamiento de clase mundial.

 

El recorrido investigativo lo llevó a que el concepto integral encajara dentro del concepto especializado de Centro Integral para la Atención del Cáncer, permitiendo su acreditación acorde a los exigentes estándares del “National Cancer Institute de Estados Unidos” y la “Organization for European Cancer”.

 

Bajo esa visión, el diseño debía ser inteligente, planificado y equilibrado. Con asesoría internacional, la apuesta contemplaba un perfecto equilibrio de arquitectura, sostenibilidad, dotación de equipos, todos bajo la filosofía de excelencia, donde el paciente es el centro y lo más importante. Debía acreditar los requisitos para la certificación global de LEED, (Leadership in Energy and Environmental Design), visión futurista de responsabilidad energética y ambiental. El modelo de atención integral, además del hospital, incluiría un centro de investigación, hotel, centro de conferencias y convenios con las principales universidades colombianas, proyecto de vanguardia en América Latina.

 

Hace cinco años se dio inicio a su construcción consolidando el Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo - CTIC. Con una inversión aproximada de US $ 400 millones de recursos propios, totalmente aportados por la familia, a través de la Fundación sin ánimo de lucro, que también lleva el nombre del proyecto, donde los rendimientos económicos serán destinados a mantener el futuro del Centro, Luis Carlos Sarmiento, quien cumplirá 90 años este mes, inauguró en Julio de 2022 el complejo de 100,000 metros cuadrados de construcción. 

 

Al centro, que consta de 12 clínicas internas por tipología, acudirán pacientes, académicos, docentes, estudiantes, investigadores, profesionales de la salud y especialistas en oncología, brindando oportunidad, empleo calificado y potencial repatriación de médicos colombianos que hoy residen en el exterior.

 

En hora buena, un sueño hecho realidad, un legado para la humanidad, un atenuante al flagelo del cáncer y enseñanza de modelo cívico replicable.  Reconocimiento al Dr. Luis Carlos y familia Sarmiento Gutiérrez, por su dedicación, ejemplar compromiso de responsabilidad social y confianza en el país.

Comentarios

  1. Sin duda un gran aporte a Colombia y sus gentes. También, una respuesta clara y.nitida al apoyo que de una u otra forma, los colombianos hemos dado a sus diversas empresas, que además generan empleo. Hombre privilegiado por Dios y atacado por muchos, que también tiene corazón y piensa en el.otro. Reconocer y aceptar lo bueno para los seres humanos es obligación de todos. Luego, gracias dr Sarmiento.

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