El desafío más importante y prioritario de ciudad
Cali, en los últimos cincuenta años,
pasó de 500 mil a 2 millones 500 mil residentes, quintuplicando su población.
El
crecimiento fue resultante de olas migratorias desplazadas por la violencia rural,
oportunidades laborales, mejor infraestructura en salud y educación, y
condiciones de crecimiento personal que las ciudades cosmopolitas ofrecen.
En ese desbordado crecimiento tuvo la fortuna
de contar con una solida y responsable empresa pública de servicios públicos
comprometida en ofrecer soluciones a la expansión urbana. Sin esa fortaleza la
ciudad sería caótica convertida en una maraña de asentamientos subnormales
viviendo en condiciones infrahumanas.
EMCALI ha sido la
plataforma inequívoca del progreso y desarrollo de la ciudad.
Requiere una renovada estructura
administrativa y financiera con capacidad de planeación a largo plazo. Debe
establecerse el modelo de “Buen Gobierno” e imperativo aplanar y despolitizar
su organigrama actual, generando un
organigrama funcional con habilidad de dar respuestas rápidas, agiles y
dinámicas al usuario.
Su visión de largo plazo es consolidarse como
empresa prestadora de servicios públicos con capacidad de desafiar el
desarrollo regional pronosticado para los próximos cincuenta años, cuando la
población del área metropolitana superará los diez millones de habitantes, y
una activa y dinámica participación en nuevos negocios asimiles a su estructura
y plataforma.
Con pérdidas superiores al 56 por
ciento, en agua potabilizada, EMCALI debe concentrarse en la recuperación de
sus niveles y paralelamente desarrollar planes de nuevas fuentes hídricas y
acueductos. Debe optimizar redes con cambio de diámetro y empleo de nuevas
tecnologías y materiales mejorando presiones y disminución de costos operativos.
Campañas contra conexiones fraudulentas, errores en lectura de contadores y
facturación son indispensables.
Imprescindible la recuperación y
optimización de redes de alcantarillado y su conducción a las plantas del
tratamiento de aguas residuales evitando la actual contaminación del Rio Cauca.
La ampliación de la PTAR y adecuada conducción de aguas residuales son
prioritarias, complementada con recuperación y uso de humedales para aguas
pluviales.
Debe explorarse, promover y
explorar energías renovables. El sector
azucarero, a través de sus plantas de cogeneración es fuente permanente.
Energía solar y eólica tienen gran futuro. No solamente por las condiciones de
luminosidad y vientos en la región sino las bahías del Océano Pacifico. Dar
continuidad al sistema de embalses de doble utilidad, garantizando agua en
épocas secas y generando energía hidroeléctrica es una posibilidad ilimitada.
La dinámica del sector de
telecomunicaciones requiere soluciones de largo alcance y plazo. La empresa
debe establecer asociaciones públicas conformando un esquema corporativo que
permita la competitividad, dentro de los más amplios horizontes modernos de las
telecomunicaciones e informática, al universo de más de 600 mil usuarios, que
tuvo en un momento la empresa.
Este es el desafío más importante de la próxima administración y su
principal prioridad.
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