Desgobierno y anarquía
El paro camionero, el más largo en la
historia reciente del país, cumple cuarenta días. El incremento del costo de
alimentos y escasez de materias primas para el sector productivo pone en jaque
las cadenas productivas de la economía. El desabastecimiento alimentario y
perdidas multibillonarias de la economía no tienen precedentes en la historia.
La diferencia entre las pretensiones del
sector transportador demandando incremento del 40% y el ofrecimiento del
gobierno del 8.6% manifiesta una brecha difícilmente negociable. El proceso de
chatarrizacion, buscando reposición de equipos obsoletos por nuevos, convertido
en foco de corrupción para apropiarse ilícitamente, en complicidad con
funcionarios públicos, de recursos del estado linde con la moral, idoneidad del
estado y conlleva implicaciones penales.
La ineficiencia y costo del transporte
terrestre, registrando valores de fletes terrestres internos, entre los más
altos en América Latina, superando el costo del flete marítimo entre Europa o
China y Colombia perjudica la competitividad en un mundo globalizado y demanda
acciones inmediatas y duraderas.
A este tenebroso panorama se suma la
contracción de la economía nacional agobiada por una mayor deuda fiscal y mayor
déficit fiscal previendo la imperiosa e inaplazable necesidad de una reforma
tributaria, ampliando la base tributable de la población activa, en perjuicio
de los más vulnerables segmentos poblacionales, e incremento en por lo menos 3 puntos
al IVA.
Los indicadores económicos apuntan a una
desaceleración. Previsión de crecimiento del PIB del 2.5%, el más bajo de los
últimos años, inflación proyectada superando el 8%, mayores tasas de interés
son señales inequívocas de contracción económica. La construcción de vivienda nueva, medida en
metros cuadrados, sufre una caída del 26% y venta de automóviles un 15%. Retrasos
en iniciación y cierre financiero de obras de infraestructura, especialmente
las 4G, señalan dudas del sector inversionista, ajustando su estimativo de
riesgo, ante incertidumbres económicas futuras y solución a la problemática del
transporte terrestre.
La balanza comercial, con menores precios y
volumen exportable de hidrocarburos, pese a la iniciativa devaluativa, muestra
tendencia negativa. El ingreso de divisas, que mantienen la cotización
difícilmente superando la barrera de los $ 3 mil pesos, desafortunadamente
proviene de cultivos ilícitos y es resultante de incremento en aéreas de
producción y el consecuente impacto negativo de delitos asociados con el
narcotráfico.
Los estímulos y subsidios económicos
propuestos en el post conflicto deben revaluarse y acomodarse ante la realidad
nacional. La multibillonaria inversión proyectada para el post conflicto tiene
que ser consecuente con la nueva posibilidad fiscal y deben ser orientados
hacia la competitividad sostenible que permita volver al sendero de un
crecimiento y desarrollo económico saludable.
El gobierno del Presidente Santos sigue
embelesado, enceguecido y obstinado con los acuerdos de La Habana, despreciando
y desestimando la problemática económica y social del país, favoreciendo una
ínfima población, en detrimento de la mayoría pacifica de colombianos.
De no corregir su postura, estará llevando el
país al abismo del desgobierno y anarquía.
Triste que la indiferencia de Colombianos no les parece que deban reacciónar a Tiempo
ResponderEliminarLa anarquía la guerra es el camino que se transcurre
Fernando Rengifo B.
Hola Guillermo siempre leo con interés tus escritos pero tengo q decirte q todos vienen llenos de pesimismo. No se trata de hacer comunicación basada solo en buenas noticias pero si enfocarla en la solución y no en el problema.
ResponderEliminarNo nos podemos aislar de la realidad pero si situarnos en un punto medio entre las tragedias, los problemas y las historias de esperanza que inspiran.
Una nueva forma de expresión y comunicación ayuda en la transformación del mundo.
Clara Vanegas
Excelente escrito Guillo.... Coincido contigo totalmente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jose Nicolas Urdinola