Abstracto discurso de Petro en Stanford

 


En su reciente visita a Estados Unidos, Gustavo Petro fue invitado por la Universidad Stanford de California, a dictar una conferencia La prestigiosa universidad fue fundada por el magnate ferroviario Leland, y su esposa Jane Stanford en 1885. Es considerada la Harvard de la costa oeste norteamericana. Ha dejado huella indeleble en el contexto global, aportando más de 85 premios nobel, 74 multibillonarios, 17 astronautas y generador de cientos de beneficiarios de programas de alta educación Fullbright, Rhodes y Marshall.

 

En su presentación, entre delirio napoleónico e imaginación macondiana, Petro divagó extensamente sobre el acontecer global señalando y culpando al capitalismo del desastre ecológico por el uso de combustibles fósiles que considera nos ha llevado y llevará al exterminio como raza.

 

El calificado auditorio quedó estupefacto. Pese a encontrarse entre la crema y nata de la inteligencia el auditorio tímidamente celebró, o quizás tampoco entendió, su abstracta forma de pensar. Durante el tiempo de la charla, y con pena ajena, se observaba como el auditorio se desocupaba silenciosamente.

 

Como niño con juguete nuevo, por primera vez y por la dignidad del cargo, ostenta exposición en escenarios globales. A veces sus intervenciones, como las pronunciadas en las Naciones Unidas y otros foros mundiales, se alejan de la realidad nacional y se encumbran en vagos escenarios de fábula fantasiosa.

 

Cuando él y su celebre ministra de minas y energía se refieren a la situación energética colombiana, parecen seguir mariposeando en círculos de realismo mágico.

 

La transición energética, término acuñado como moda actual, no es tan fácil de realizar en el corto plazo. El británico David Howell, quien fue secretario (ministro) de Energía de Margaret Thatcher, escribió en 2016 un libro, en el cual asevera que la transición energética global no llegará a la propuesta del acuerdo de Paris a cero emisiones de hidrocarburos en 2050. A diferencia de las posiciones extremas de Petro y su ministra, concluye el autor que es necesario la coexistencia entre hidrocarburos y energías renovables.

 

Aterrizando en Colombia, la matriz energética nacional, es ejemplo y referente global. 

 

Somos la sexta matriz más limpia del planeta. Cercana al 70% de la energía es generada del recurso renovable hidráulico. La cogeneración de biodiesel y otros renovables, incluyendo solar y eólica, podrían aportar un 13% en los próximos diez años, convirtiendo la matriz superior al 80% en energías limpias, dejando el 20% con dependencia en hidrocarburos, incluyendo gas y carbón. El sector privado industrial, residencial y comercial ha desarrollado su autogeneración empleando paneles solares sobre las superficies de sus cubiertas y cuyos excedentes son entregados a la red energética nacional.

 

Esto es precisamente lo que Colombia debe exponer en foros internacionales y no seguir desconcertando con disruptivos discursos de supresión de exploración y explotación de hidrocarburos.

 

La realidad energética nacional es muestra palpable de la acertada política de estado que por décadas nos ha llevado a ese lugar. Lógicamente reconocer el pasado no es algo que le gusta a Petro. Pero es lo que se debe exponer y no lo contrario.

 

https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2021/08/colombia-es-potencia-energetica-global.html

 

O como dice mi amigo el tío Nico, “si le preocupa tanto el consumo de hidrocarburos porque no da ejemplo recorriendo las ciudades, el país y el mundo a pie.”


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