Cali no puede cometer otra equivocacion electoral
Aquella ciudad que algún día conocimos, aquella que algún día soñamos, aquella que algún día construimos tristemente está convertida en un muladar entregada a un puñado de forajidos que avergüenzan hasta el más osado corsario saqueador de riquezas.
Esa es la ciudad que el proceso democrático electoral entregó en las pasadas elecciones al más cínico depredador del erario. Vivida una y otra vez, como si los errores no pudieran corregirse, pareció retar el refrán popular que "al perro no se capa dos veces".
Después de tormentoso, corrupto, desafiante y cínico primer mandato de Ospina el incauto elector cayó, por segunda vez, en las mismas garras del despilfarro, corrupción y desgreño.
Buscar procesos de revocatoria del mandato es tapar el sol con las manos. Cada vez que está constitucional iniciativa se ha intentado, los politizados estamentos judiciales, fallan en contradictorios conceptos jurídicos navegando en el abismo de profundas y confusas aguas jurisprudenciales,
Por otro lado, sabemos que los entes de control fiscal son abultados fortines burocráticos que alimentan apetitos politiqueros pagando favores. Exigir a estos ineficaces y mediocres entes defender la ciudadanía es un cándido pensamiento inalcanzable.
El inculto y egoísta elector es el culpable de esta situación.
Ospina hábil y descaradamente aprovechó el egoísmo propio de sus dos contendores, ambos con similares posturas, quienes no cedieron el uno al otro, segando la posibilidad de una alternativa diferente.
Se perdió la dignidad, decoro y garbo de tan importante cargo, que por años llevaron sus antecesores. Hoy parece un mamarracho de marioneta manipulado por expertos defraudadores. Es una ciudad perdida en el abandono, caos, inseguridad y falta de autoridad, gobernada en errático rumbo recesivo.
Hoy, a doce meses de las elecciones, existe un abanico tan numeroso que se asemeja a la mitológica hidra. La ciudad no resiste otra equivocación. Antes de seguir mediáticamente alimentando egos electorales, los pocos pensantes de la ciudad, aquellas fuerzas vivas, que aún existen, deben proceder cautelosamente a respaldar una única candidatura que garantice extraer de la alcaldía el yugo estrangulador que tiene secuestrado el bienestar de la ciudad, región y porvenir caleño.
https://guillermoulloatenorio.
Ojalá la situación caleña no sea el espejo de una nación que estrena gobierno.
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