Sigamos construyendo ciudad

Hace ocho años, por esta misma época, me dio la ventolera de proponer mi nombre como precandidato a la alcaldía de Cali. El ejercicio comenzó en forma individual e independiente y empecé con la ardua tarea de recolección de firmas como movimiento ciudadano. A ese naciente movimiento le di el nombre Amor por Cali.

 

Las cuatro letras de la palabra Amor, acuñaban cuatro símbolos inequívocos de campaña. A por Autoridad, M por Movilidad, O por Oportunidades y R por Respeto. La imagen concibe manos entrelazadas formando un corazón, expresión corporal a la usanza de triunfo deportivo.

 

Me di a la tarea de recolección de firmas, por seis meses, logrando registrar un número superior a sesenta mil. Durante esos meses tuve la oportunidad de conocer los demás aspirantes, compartiendo ideas de la ciudad que soñábamos, con quienes mantengo entrañable amistad, independiente de diferencias ideológicas desde orillas opuestas.

 

El proyecto, no solamente me acercó a la problemática de los 249 barrios, 22 comunas y 15 corregimientos de la ciudad, sino dialogar con lideres empresariales, cívicos y políticos de la región. También me dio la oportunidad de seguir aportando soluciones a los problemas que nos aqueja, siempre en búsqueda de alternativas lógicas y de sentido común.

 

Tuve la oportunidad de crear un movimiento en redes sociales, del cual la página de Facebook Amor por Cali, https://www.facebook.com/geulloa2, aún tiene vigencia con miles de seguidores, a quienes aprecio sobremanera. Semanalmente mantengo vigencia a través de mis columnas de opinión publicadas en tribunas que generosamente me conceden Caliescribe.com, Diario Cali 24 Horas, mi propia base de datos y cientos de reenvíos que realizan los lectores. Las columnas, con variada temática nacional, regional y local se encuentran disponibles a través de mi blog personal https://guillermoulloatenorio.blogspot.com. Los comentarios y observaciones recibidos han enriquecido el contenido obligándome a profundizar, analizar e investigar la temática abordada.

 

A doce meses y 52 semanas de la próxima contienda, empezaré a intercambiar ideas y proyecciones que tengo sobre la ciudad como contribución ciudadana para que, ojalá, sean tenidas en cuenta por los actuales aspirantes.

 

La primera reflexión que dejo indudablemente es la A de autoridad y el resultante R de respeto. 

 

Tristemente, con los años se ha acentuado la falta de autoridad de la administración municipal, hoy mal llamada distrital. No nos sentimos gobernados, ni mucho menos representados por el inequívoco símbolo de moral, ética y principio fundamental de Autoridad.

 

El consabido y necesario dialogo social ha trastornado la autoridad, alinderándose confusamente en protección de derechos sin ejercer responsabilidad sobre deberes ciudadanos. No puede la silenciosa mayoría de ciudadanos doblegarse ante la anarquía que esta difusa permisividad ha logrado. Con ello no solamente se ha perdido la facultad de gobernar subordinados, sino que con ello se dio rienda suelta a profanar el principio de Respeto. Esta situación se percibe en inseguridad rampante, caótica movilidad, vergonzante corrupción y desafiante vandalismo que destruyo infraestructura urbana, propiedad privada violentando el espacio público.

 

Sigamos construyendo ciudad con verdadero Amor por Cali, sustituyendo la desenfrenada y endémica corrupción que hoy nos agobia, cegando el derrotero de la dinámica y ordenada metrópolis que debe ser la ciudad región que idealizamos.