El segundo tiempo de Armitage

Sus primeros dos años, la mitad del periodo, pasaron sin “pena ni gloria”. Brilló su autenticidad colmada de folclor e improvisadas actuaciones y nombramientos. Su inexperiencia en administración pública, complementada con equipos de trabajo bien intencionados carentes de un coherente programa y plan de gobierno no permitieron ejecutar las soluciones que la ciudadanía esperaba. El avezado emprendedor, exitoso en el oligopolio del acero, aun tiene un segundo tiempo para ejecutar obras y proyectos de ciudad, de beneficio social y coexistencia urbana. El mayor reto radica en frenar la rampante inseguridad. El flagelo de cultivos ilícitos y narcotráfico del vecindario golpea incesantemente. El micro tráfico, incremento en consumo de alucinógenos, extorsión, y proliferación de oficinas de cobro, mayoritariamente asociadas con bandas criminales organizadas y pandillas juveniles, han venido ganando espacio en todo el país, y Cali no es excepción. La delincuencia común, atracos, flet...