Los elefantes verdiblancos son oportunidad


El Alcalde Ospina realizó la “toma simbólica” del actual lote del antiguo Club San Fernando, como testimonio de una de sus promesas de campaña plasmado en su discurso de posesión de entregar un nuevo espacio público para la ciudad. Pese a que la Sociedad de Activos Especiales (SAE), entidad encargada del predio, había realizado entrega del lote hace dos años al mismo Municipio, la administración Armitage no manifestó interés en comprar el predio, por considerar inconveniencia presupuestal. La SAE, encargada de bienes incautados al narcotráfico, procedió como es su mandato, poner en venta, mediante subasta pública el conjunto de 22,000 metros cuadrados, estableciendo fecha para el mes de Enero 2020. 

No obstante, aun esta pendiente un fallo definitivo del Tribunal Superior en Narcotráfico y Lavado de Activos a favor de la demanda presentada por la Corporación Club San Fernando, sus antiguos dueños, y podría quedar el predio nuevamente en cabeza de los socios del Club.

Las buenas intenciones del alcalde Ospina en entregar nuevos espacios a la ciudad son loables. 
Se sumarían el lote del parque de diversiones en frente de Cosmocentro y la ampliación del Parque de la Salud en Pance. Muy seguramente la SAE debe por concepto de impuestos prediales y complementarios de las propiedades en su poder sumas que podrían ser aportadas, en cruce de cuentas, para la compra del municipio de los predios, convirtiendo el activo de cuentas por cobrar en patrimonio municipal.
Pero más allá de la conveniencia y limitación fiscal lo importante para una toma de decisión acertada es presupuestar los diseños, construcción, iluminación y mantenimiento de los bienes públicos que se requieren. Es por ello que no podría la administración colgarse otro amuleto que termine adornando el largo collar de elefantes blancos que ostenta la ciudad.
Los ejemplos de costosos elefantes verdiblancos, por falta de decisión administrativa municipal son incontables.
Quizás el más notorio es la iniciativa de renovación urbana de la céntrica Ciudad Paraíso. Han pasado cuatro administraciones, quince años, y aun no se supera la etapa de compra de predios y demolición de las casi quince hectáreas que contemplan el ambicioso proyecto. 
https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2019/05/parque-central-de-cali-una-audaz.html
En su diseño, el municipio, en solidaridad con la Fiscalía, después del vil atentado contra el Palacio de Justicia, donó un lote, en una de las manzanas, para construir el “bunker” de esa entidad. Han pasado diez años de esa donación, y ante la negligencia de la Fiscalía en construir su sede y como esta contemplado en el clausulado de la misma escritura, el lote debe retornar al municipio. De la propuesta de construir la Terminal del Centro del MIO, de Ciudad Paraiso, aun no se conocen estudios preliminares de conveniencia, tráfico y viabilidad.
https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2018/03/lote-de-la-fiscalia.html
El otro notorio elefante blanco es el interminable parque lineal del Rio Cali, alameda que enluciría espacios peatonales en el centro, y cuyo costo se ha multiplicado tres veces llegando a la escandalosa cifra cercana a los $ 50 mil millones. Otra propuesta anunciada y cacareada en la administración del alcalde Guerrero de un amplio corredor verde paralelo a la via férrea, ha sido tan recortado de su concepción inicial que solo queda un viche recuerdo.
La entrega del antiguo lote de los talleres del municipio, en frente de la Base Aérea, a un grupo constructor, que jamás construyó el centro comercial, también debe retornar al municipio y convertirse en el gran parque de oriente que requiere esa poblada zona de la ciudad. 
La CVC entregó hace dos años, en comodato, al Jardín Botánico, una extensa área de 100 hectáreas, para desarrollar el parque urbano mas grande del país, pero aun no se conoce el progreso de esa iniciativa.
https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2017/03/jardin-botanico-de-cali-un-canto-de.html
En la Comuna 21, fue entregado un vasto corredor ecológico, y en todas las comunas, especialmente la 22, la infinidad de pequeñas zonas cedidas son esfuerzos ambientales que requieren debida planeación y presupuesto, para entregar a la ciudadanía amplios espacios recreativos, deportivos y contemplativos.
Si bien la toma simbólica del lote del San Fernando, con abejas incluidas, es inspirador mensaje, es el momento de aterrizar la visión de un ambicioso proyecto de convertir los elefantes verdiblancos en oportunidad de transformación y referente de Cali como ciudad verde continental.

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