Hablar bien de Cali


La iniciativa del periódico El País al conmemorar sus 65 años de fundación como estrategia promocional y comercialmente exitosa de ciudad es importante para enaltecer el sentimiento y orgullo ciudadano. Animar la población en hablar bien de su ciudad proponiendo soluciones es una magnífica oportunidad de otorgar espacios para una amplia, variada y positiva  participación ciudadana.

Hablar bien de Cali es sumar esfuerzos colectivos afianzando la autoestima y el civismo, otrora fortaleza de nuestra sociedad. El modelo caleño sirvió como pieza fundamental inspirando otras ciudades en duplicarlo con la buena fortuna que “los discípulos superaron su maestro”.
Para hablar bien de Cali es vital fomentar la unión y núcleo familiar, eje fundamental y esencial de una sociedad actuando como unidad de convivencia y no una suma de individuos. Los principios y valores esenciales de la familia la convierten en la organización social primaria dinamizando los procesos de cambio y propios del ser.
La administración municipal ha sido tímida en destacar y comunicar la inversión social en educación, en programas de inclusión, culturales y de salud. Estos programas son fundamentales en la construcción de una nueva ciudad, donde igualmente el ciudadano es el principal objetivo como receptor de una acertada política de estado.
La administración municipal debe aprovechar el ejemplo de la casa periodística para realizar un proyecto de mercadeo de ciudad mostrando la inmensidad de oportunidades que la ciudad y región ofrecen. Es una ocasión para mostrar su nueva vocación regional como plataforma comercial, educacional, cultural y de servicios mutando de su anterior escenario industrial. 
El pasado mes un grupo importante de medios internacionales, liderados por el diario neoyorkino, The New York Times, divulgaron un informe titulado “El renacer de una nueva Colombia”, destacando la nueva realidad nacional, como baluarte de desarrollo económico latinoamericano, después de medio siglo de conflicto interno. Hace cinco años Medellín y Antioquia habían hecho lo mismo promocionando internacionalmente sus virtudes. 
Cali, lamentablemente, brilló por su ausencia en este importante informe. Otras entidades sí aprovecharon la oportunidad, como Bucaramanga, Villavicencio, Procolombia, grupos económicos Bolivar, Bancolombia y zonas francas de Santa Marta y Barranquilla, entre otros. (http://www.the-report.net/colombia)
Ojala la iniciativa de la casa periodística no sea un preámbulo y oportunidad de apoyar subliminalmente campañas electorales, cuando dos de sus principales patrocinadores tienen vínculos directos en una de las precandidaturas actuales.

La iniciativa pone a prueba la independencia, objetividad y responsabilidad de la prensa. No puede, ni debe inclinar la balanza de opinión en un año electoral desdibujando la imparcialidad de un medio de información tan importante en tan loable esfuerzo colectivo. 

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