Cali Florecida
Las altas temperaturas de la tradicional época seca, pero en especial este año los extendidos periodos e intensidad de luminosidad de doce horas diarias, permitieron que en esta ocasión su floración fuera pareja en toda la ciudad.
Tuvimos la fortuna de atestiguar la explosión
de vida, representada en flores rosadas y blancas, de los guayacanes (Tabebuia rosea), complementada con la
flor lila de otra especie arbórea, de típica floración en el mes de Agosto como
son los gualanday (Jacaranda mimosifolia).
En redes sociales, las cámaras de nuestros
teléfonos inteligentes, captaron imágenes que entusiasmadamente subimos, como
sí espontáneamente, se hubiera generado un concurso fotográfico. Cientos de
fotografías tomadas a lo largo y ancho de la ciudad documentaron este regalo
visual de la naturaleza. La floración de
arboles sembrados en separadores viales, antejardines, andenes y parques despertaron un excepcional
orgullo ciudadano caleño.
Este prodigioso evento de la naturaleza
caleña es comparable con la floración de los cerezos japoneses donados hace un
siglo por el alcalde de Tokio a la capital norteamericana de Washington y que
señalan la llegada de la primavera. La
ciudad celebra el acontecimiento anual con el Festival Nacional de los Cerezos
en Flor en el cual se realizan un sinnúmero de actividades culturales,
recreativas y deportivas.

La naturaleza nos está señalando cuales son
las especies arbóreas típicas caleñas. El DAGMA, autoridad municipal encargada
de indicar las especies que se deben sembrar en la ciudad, tiene un derrotero,
conjuntamente con paisajistas urbanos, en diseñar un plan maestro de siembra de
árboles tropicales típicos de la región.
La ciudad requiere la siembra masiva de 700
mil árboles y recuperación de 170 mil, en estado precario de vitalidad. No
podemos seguir cometiendo errores de sembrar cauchos, higuerones o ficus, especies
inapropiadas por su vertiginosa estructura radicular y protuberante raíz,
cercanos a la estructura peatonal y vial.
Ni sembrar árboles grandes como samanes, caracolíes y ceibas en espacios
pequeños inapropiados para su desarrollo en edad madura. Las palmas cubanas, o
botella, complementadas con zanconas, wachintonas, datileras, manilas,
africanas, de cera, bismarquias, entre otras, son apropiadas para adornar
avenidas y espacios cerrados.
Cali debe aprovechar la insuperable,
privilegiada y bendecida naturaleza que El
Creador le otorgó para continuar la vocación de ciudad verde latinoamericana.
La armoniosa responsabilidad que el entorno nos concedió debe ser fundamental en
la responsabilidad eco ambiental de los planes de gobierno de aspirantes y subsecuentes
planes de desarrollo.
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