Excelente oportunidad para el sector azucarero
Siempre
ha existido una rivalidad territorial entre los Vallecaucanos o Vallunos y los
Antioqueños o Paisas.
Las dos regiones, tradicionalmente ejemplo de superación provincial, sin las ventajas que otorga el apabullante centralismo bogotano y su potencial poblacional han luchado y generado riqueza, a partir de su laboriosidad y sagacidad empresarial. El ejemplo ha sido reproducido por otras regiones que hoy muestran progreso y desarrollo excepcional como la región Caribe, con Barranquilla a la cabeza, el Oriente, liderado por la pujanza de Bucaramanga y nuestros departamentos cafeteros vecinos.
Las dos regiones, tradicionalmente ejemplo de superación provincial, sin las ventajas que otorga el apabullante centralismo bogotano y su potencial poblacional han luchado y generado riqueza, a partir de su laboriosidad y sagacidad empresarial. El ejemplo ha sido reproducido por otras regiones que hoy muestran progreso y desarrollo excepcional como la región Caribe, con Barranquilla a la cabeza, el Oriente, liderado por la pujanza de Bucaramanga y nuestros departamentos cafeteros vecinos.
La lucha que libra el sector azucarero por la
reducción arancelaria impuesta por el gobierno nacional en las importaciones de
sustitutos ha generado, nuevamente, una unión y solidaridad destacable de
industriales, agricultores, gremios, sindicatos y nuestra bancada
parlamentaria.
Las razones de buscar una reducción
arancelaria en importación de azúcar y edulcorantes naturales fueron lideradas
por la industria confitera paisa, a través de la ANDI, pese a que el componente
final del producto, apenas impacta el 2% de su estructura de costos.
El gobierno nacional haciendo eco de la
iniciativa paisa puso en aprietos a la agroindustria regional, ejemplo de
eficiencia, competitividad y generadora de riqueza territorial.
El desarrollo del Valle del Cauca de los
últimos cien años se fundamenta en su puerto marítimo y la pujanza del sector,
promotor del tejido de ciudades intermedias prosperas de la región.
No tuvieron reparos los funcionarios públicos
de turno en dar preferencia al sector industrial confitero y de galletería,
tecnológica y técnicamente avanzado con mínima generación en mano de obra en
menoscabo de una agroindustria que genera aproximadamente 200 mil empleos
directos y supera el millón de empleos indirectos.
Sin embargo el mismo gobierno central, a
través de marañas de control y regulación tarifario, no impide que el sector de
generación energético, hoy propiedad del notablato antioqueño, se apropie
especulativamente del precio de la energía nacional, sin que pase nada.
Sucedan o no fenómenos de cambio climático,
la bolsa de energía, mecanismo netamente especulativo, ha decidió no vender a
futuro más del 70% de su generación, obligando al comprador adquirir ese 30%
con precios artificialmente ajustados. El costo de producción en generación
hidroeléctrica, es de lógica, estable y no está condicionado al cambiante precio
de su materia prima; el agua que de los cielos cae creando nuestra incomparable
riqueza hídrica.
Ahora el mismo gobierno nacional, en su afán
de apalancar el déficit por desplome del precio de hidrocarburos, pondrá en
venta el mayor generador de energía, ISAGEN, de paso, favoreciendo la región
antioqueña.
Dada la coyuntura, el sector azucarero tiene
una excelente oportunidad de convertirse en el mayor generador regional de
energía, a través de sus plantas de cogeneración y apostarle a la compra del
embalse de Salvajina, con su componente de generación eléctrica, y su condición
inequívoca y razón de ser, la regulación del mayor afluente para la riqueza
agrícola del Valle geográfico del Rio Cauca.
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