Libertad democrática
Un pueblo libre es aquel que ve protegidos y
exaltados sus derechos. La libertad no es un saludo a la bandera. La libertad
nace de la necesidad de expresar nuestra opinión e inconformidad.
Nuestra lucha y conquista está enmarcada dentro del contexto de la no
violencia.
Debemos conquistar, no a través de la
violencia, ni la sublevación, ni la intimidación sino a través de las urnas.
Tres grandes libertadores y pensadores del
siglo XX, Mahatma Ghandi, Nelson Mandela (Nobel de Paz en 1993) y Martin Luther
King (Nobel de Paz en 1964), lucharon por la equidad y en contra de las
prácticas opresivas y subyugaciones, en sus respectivas naciones. Los tres
glorificaron la paz de sus conciudadanos, empleando para ello la sensatez, el
sentido común, y lo más importante, el deseo magnánimo de sus pueblos. El común
denominador de estos grandes hombres indudablemente fue la lucha incansable en
defensa de los principios filosóficos sobre la libertad, la justicia y la
dignidad humana sin acudir a la violencia.
Nuestro agobiado país, en vísperas de un
proceso electoral que puede contribuir a mejorar las condiciones del ciudadano,
igualmente, clama por derechos que brinden oportunidad y equilibrio. Por ello
hago un llamado a la sensatez del electorado en identificar los falsos
promeseros y las efímeras dadivas que amarran y comprometen la conciencia y el
voto.
Nuestra comunidad está en su derecho
de aprovechar esta oportunidad democrática para seguir construyendo la nación
que anhelamos.
Es el momento de reflexionar y contribuir en
la solución de la desigualdad. Las plataformas y postulados programáticos de
los candidatos, en especial, los presidenciales, no deben ser oportunistas,
vociferando soluciones que no se podrán cumplir.
La nación y región exigen soluciones que
concluyan en el bien estar de la población.
Se puede construir democráticamente un proceso
masivo, consciente y dinámico, capaz de provocar una gran movilización de las
gentes solidarias en la lucha contra la injusticia, la inequidad y un modelo de
desarrollo socio económico fundamentado en principios y valores.
“. . . aunque nos enfrentemos a las
dificultades de hoy y mañana, yo todavía abrigo un sueño. . .” Martin Luther King
Su himno democrático también ha forjado nuestro
sueño como nación.
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