Atraco en Granada

¡¡¡Buena esa ciudadanos de bien!!!

 Era una bella tarde soleada decembrina. El candente canicular sol de las primeras horas de la tarde daba paso a la tradicional brisa caleña.  Jóvenes ejecutivos y atractivas mujeres departían animada y amistosamente, saboreando los frutos del mejor café del mundo, en selecto lugar, ubicado en la zona gastronómica más atractiva de la ciudad.
Con el avanzar de la tarde algunos comensales seguían digitalmente sus actividades empleando sus teléfonos inteligentes, tabletas electrónicas y computadores portátiles.
El ambiente sereno, el suave murmullo de tertulia y risas, propio de la época, fue abruptamente interrumpido ante la incursión de cuatro jóvenes amedrentando y atemorizando los visitantes.
Las reacciones iniciales de escepticismo e incredulidad se convirtieron en realidad. Ocurría un atraco en ese pacifico lugar. Cuatro delincuentes, tres trigueños y un moreno alto, alzaron con los elementos a la vista. Bolsos, portátiles, celulares y algunos objetos de valor fue el botín hurtado. Ante la mirada impávida de quienes frecuentaban el lugar, los asaltantes salieron rápidamente  montándose en motocicletas de gama media parqueadas estratégica y previamente en la calle.
La agilidad de los malhechores y su calculada premura en evacuar fue contrarrestada por la inmediata reacción ciudadana de otros comensales, quienes inmediatamente, utilizando sus dispositivos móviles, marcaron el # 123 de la Policía Nacional denunciando el hecho, lugar y hora.
La veloz reacción de la policía en acudir al sitio, recibir las denuncias y visualizar, a través de los afectados, el temeroso momento, fue fundamental en poner en funcionamiento el operativo, cientos de veces ensayado por las fuerzas policivas.
La tecnología dispuesta en uno de los dispositivos móviles hurtados de geo-referenciaciòn (GPS) dando la ubicación fue clave en el desenlace del episodio. En contados minutos, avezados técnicos en la sala de monitoreo de la Policía, empleando sofisticado mecanismo de rastreo, analizando, en cámaras de vigilancia, las rutas de evacuación, pudieron establecer ágilmente la señal emitida dando la posible ubicación del hurtado elemento y por ende la guarida escogida para repartir el botín.
Con la ubicación pronosticada, se desplazaron policías motorizados del cuadrante más cercano al escondrijo,  acercándose rápidamente a la señal que emitía el dispositivo. Sorprendidos infraganti en una peluquería del barrio “El Guabal”, al oriente de la ciudad, fueron encontrados los atracadores cuando disponían realizarse cambios de apariencia para evadir el cerco policial.  Sin embargo el destacado tatuaje del signo “$” en el cuello de uno de los jóvenes fue suficiente para acertar que se trataba de los cuatro ladrones que hacia menos de dos horas habían cometido la fechoría.
Se había frustrado otro acto delictivo de los que diariamente acechan la ciudad. En esta ocasión, la actitud solidaria de la comunidad, el uso de tecnología dispuesta en dispositivos móviles, la respuesta de los organismos de seguridad y denuncias ciudadanas habían logrado un desenlace exitoso.
La colaboración ciudadana, hastiada de reinante inseguridad, unida al esfuerzo de la Policía logró el resultado cinematográfico ejemplarizante.
¡¡¡Buena esa ciudadanos de bien!!! Unidos lograremos romper y quebrar el espinazo delincuencial.

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