El futuro del transporte masivo


La primera revolución industrial, iniciada en Europa a mediados del siglo 18, cambió y modificó los aspectos y actividades rutinarias de la población. Generó la migración de la ruralidad hacia los centros de producción creando grandes centros urbanos, convertidos, tres siglos después, en mega ciudades.

 

La carga de productos agrícolas a las ciudades requería nuevas formas de transporte. Los carruajes de la época, tirados por caballos, eran ineficientes y demorados. La solución se dio utilizando las vías de los antiguos trazados del imperio romano empleando vagones jalados por locomotoras, a su vez propulsadas por calderas de vapor, sobre carriles en acero. La infraestructura ferrovial se extendía, llevando materias primas a los centros de producción y posteriormente a los puertos marítimos, modelos repetidos en el mundo entero.   

 

Mientras esto sucedía con el transporte de carga, la planeación y desarrollo de las nuevas metrópolis contemplaban la movilidad poblacional entre sus lugares de residencia y sitios de trabajo.

 

Empleando trazados similares y con el invento de motores de combustión las ciudades empezaron a emplear medios de transporte de pasajeros que al igual que los trenes rodara sobre rieles y por las vías de las áreas urbanas. El tranvía dio lugar al desarrollo de trenes subterráneos de mayor velocidad, eficiencia y distancias. La integralidad de los sistemas, con estaciones de abordaje permitieron la interconexión y uso de todos los medios disponibles, subterráneos, urbanos, superficiales, buses o ferroviarios.

 

Es inconcebible, en el mundo contemporáneo, ciudades sin modos de transporte masivo.

 

Sin embargo, el temor de contagio de la actual pandemia, en sitios de grandes aglomeraciones, han reinventado la cotidianidad. El teletrabajo, tele consultas medicas, compras en línea, domicilios, interconectividad telefónica inteligente, servicios audiovisuales de transmisión, no solamente cambian la rutina, sino que afectan directamente la movilidad poblacional. Difícilmente la cotidianidad se devolverá a los hábitos y costumbres previos a la pandemia.

 

Los sistemas de transporte masivo han perdido en la etapa de aislamiento mas del 50% de sus pasajeros. Parte atribuible a los anteriores aspectos y otra parte a la utilización generalizada de otros medios de transporte individualizado peatonales, motocicletas, bicicletas, patinetas o vehículos compartidos.

 

Cali, al igual que la mayoría de ciudades contemporáneas, deben repensar y transformar los planteamientos básicos de la planeación de sus sistemas de transporte masivo. La ciudad cuenta con extraordinarias oportunidades de utilizar su topografía plana y cientos de kilómetros de incipiente ciclo carriles que pueden suplir la tendencia del cambio del transporte masivo hacia el individual, optimización de andenes y demarcación de carriles exclusivos para motocicletas

 

Sorprende el silencio de la administración municipal, el concejo, departamento de planeación, secretaría de movilidad, infraestructura y presidencia de Metro Cali ante los cambios presenciados y el futuro que nos depara.

 

La ciudadanía clama en escuchar planteamientos y soluciones de sus voceros.

 

https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2020/05/nos-estamos-reinventando.html

 

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