En la post-pandemia no se puede regresar al caos vehicular
El alcalde Ospina acertó con el nombramiento del estudioso, calificado, estructurado y joven Secretario de Movilidad. Ingeniero de Univalle, fue sumando a su hoja de vida experiencia en diseño, logística e implementación de proyectos y políticas de movilidad.
Trabajó, casi ocho años, en el Departamento de Transporte de la ciudad de Nueva York, donde conoció la amplia complejidad intermodal de movilidad de grandes urbes. Desde hace seis años había regresado a Colombia y Cali, siguiendo vinculado al tema de transporte y movilidad aportándole una visión completa de la problemática cultural y posibles soluciones.
No obstante haber trabajado en la anterior administración tendrá oportunidad de analizar algunos errores conceptuales y corregirlos. Pero quizás lo mas relevante, es dar continuidad a planes y proyectos de sostenibilidad del flujo vehicular de la ciudad, lamentablemente estrangulada por el letargo de tener una inadecuada infraestructura vial acorde al crecimiento del parque automotor y de motocicletas.
Durante ocho meses la pandemia limitó la movilidad ciudadana y con ella también presenciamos la ausencia momentánea de trancones, accidentes viales, agitadas protestas e imprudencia de conductores vehiculares, públicos y privados, motociclistas, carretilleros, bici usuarios y despistados peatones.
Aunque hemos observado mejoras satisfactorias en la semaforización inteligente, dotando cruces viales con temporizadores, con lo cual se facilita y agiliza el flujo vehicular, estamos presenciando el retorno de los malos hábitos de anárquicos conductores.
https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2016/12/uso-de-tecnologia-mejora-la-movilidad.html
De las primeras acciones deben emprenderse, desde la Secretaría de Movilidad, es la reglamentación de horarios de transporte de mercancías a establecimientos comerciales, evitando picos innecesarios en horas de alto volumen de trafico vehicular. Igualmente e importante es la planificación horaria, reglamentación y optimización del transporte estudiantil de las instituciones educativas. Contribuyendo con ello en evitar excesivas congestiones, especialmente en la comuna 22, cuya población flotante es cercana a cien mil personas diarias.
La educación vial de la población caleña debe ser prioridad. Los bici usuarios, con carriles exclusivos, deben comprometerse en usar el nuevo diseño. Los motociclistas caleños, cuyo parque es de los mas importantes de ciudades colombianas, no pueden transitar irrespetando las normas aplicables a todos los conductores. El olvidado peatón también debe ser responsable de acatar y respetar sus espacios. Los carriles exclusivos del sistema de transporte masivo no pueden ser usados por vehículos diferentes a los del sistema. El transporte colectivo debe tener bahías de abordaje debidamente planificadas y señalizadas. Las invasoras ventas ambulantes, hoy apoderadas de bahías de aproximación deben ser desalojadas de las vías. El parqueo invasivo debe ser sancionado, multando e inmovilizando los vehículos y motocicletas estacionadas en lugares prohibidos, especialmente a lo largo de importantes corredores viales.
La Secretaría de Movilidad tiene que empezar a ejercer autoridad.
Para ello cuenta con la institucionalidad, de casi cinco décadas, del equipo de guardas de transito, respetada y admirada por la ciudadanía, no exenta de indeseables elementos que enlodan su reputación, magnificada y amplificada mediáticamente, pero que sigue siendo modelo y ejemplo nacional.
Señor Secretario de Movilidad, la planificación que usted juiciosamente implementa, debe ir acompañada de capacitación normativa, severa disciplina, autoridad y poder sancionatorio que el estado le otorga.
Es el complemento ideal para que Cali no regrese al caos vehicular sino la oportunidad de retornar al civismo icónico.
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