Buen viento y buena mar
Verificado y validado el escrutinio en la conformación
del Concejo de la ciudad, lo que observamos, no fue una renovación política sino
un reacomodo de fuerzas.
A excepción de Diego Sardi Delima, quien obtuvo una copiosa
votación del voto de opinión, los demás integrantes son producto de las
maquinarias políticas de empresas electorales.
El partido liberal fue el más votado al
obtener cinco curules, seguido del partido de la U con igual número de escaños.
El partido del presidencial vicepresidente Vargas Lleras, aunque subió de tres
a cuatro, correspondió a un reacomodo de fuerzas, repitiendo el concejal del
agonizante MIO e ingresó otro aspirante quien reemplazó, a nombre de este
partido, la curul que en al actual periodo ocupaba el partido indígena ASI.
Indudablemente el gran perdedor fue el
Partido Conservador. Perdió dos curules, pasando de cinco a tres, en las cuales
repiten dos concejales, quienes enfrentan investigaciones por doble militancia
y el tercer escaño perteneciente a la estructura política del gobernador Delgado.
Centro Democrático, con lista cerrada,
ingresa por primera vez al Concejo con un aspirante. Los demás movimientos,
Mira, Alianza Verde y Polo Democrático apenas sobrevivieron con un
representante.
Profundizando en su composición, el voto de opinión
de los electores no sumó representativamente. El desafío de escoger entre casi
trescientos aspirantes dio como resultado la atomización del electorado. Quedaron, para una próxima contienda,
personas, propuestas y juventud, que ojala no abandonen sus banderas de
renovación y vocación cívica de trabajar por la ciudad.
Extrañaremos el juicioso análisis de ciudad y
debates en profundidad de Michel Maya, quien fue fiel a su postulado de
juventud y renovación. Ojala concejales, que en momento de coaliciones y
alianzas políticas, siguieron su voz
independiente, como el caso de Juan Carlos Olaya y Patricia Molina, continúen
aportando objetivamente al debate de ciudad.
Sin conocer el manejo que dará a su relación
con el Concejo Municipal, un alcalde atípico, cívico, emprendedor, con
excepcional votación que dio su legitimidad electoral, posiblemente dará desde
esa perspectiva la verdadera renovación que esperamos de la corporación.
La dinámica propia que el nuevo mandatario
infundirá será fundamental para unir esfuerzos hacia la solución de la
problemática urbana en vez de la consabida lucha de poderes que buscan
favorecimiento en contratación, cuotas burocráticas y fortalecimiento de
estructuras políticas.
Buen viento y buena mar hacia el cambio
positivo e histórico que la ciudad, su población y futuras generaciones esperan
de la nueva administración y su corporación legislativa.
Buen resumen. Y si, la atomización del electorado no permitió la llegada de ideas jóvenes progresistas al consejo. Eso nos perjudica a todos, pero claro, no hay que perder la visión (o esperanza) de darle la oportunidad a esa corriente que estudia la ciudad y propone renovación.
ResponderEliminarBuen resumen. Y si, la atomización del electorado no permitió la llegada de ideas jóvenes progresistas al consejo. Eso nos perjudica a todos, pero claro, no hay que perder la visión (o esperanza) de darle la oportunidad a esa corriente que estudia la ciudad y propone renovación.
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