EMCALI, un barco a la deriva.

Sin timonel, ni dirección, ni compromiso gerencial definido la empresa se anarquizó y anquilosó. Hace cuatro años, en Julio de 2013, el Municipio recibió de la Superintendencia de Servicios Públicos, la administración de la empresa, intervenida por espacio de trece años. Lo que en su momento fue calificado como el más certero acierto del entonces alcalde Guerrero, hoy parece haber sido una condena. La selección de un Gerente General, con capacidades administrativas comprobadas, para dirigir la más importante empresa pública de la región, se convirtió en un galimatías de nombramientos amañados y equivocados del perfil requerido. En cuatro años han pasado cinco gerentes generales, carentes de experiencia gerencial, quienes en tan cortos periodos, a duras penas, han empezado a conocer la complejidad empresarial. Su fugaz paso, no han dejado huella de planificación, mucho menos ejecutorias estratégicas e impacto sostenible para el futuro desarrollo urbano de la ciuda...