El regreso de las mascotas a la Casa Blanca

 



La mascota presidencial norteamericana ha sido símbolo icónico de sus gobernantes y quienes apreciamos su compañía, extrañamos su ausencia durante la presidencia de Donald Trump.


No obstante, la falta de presencia canina en la Casa Blanca durante estos años, impactó hace dos años, la imagen de Sully, el joven perro labrador, rindiendo homenaje de fiel compañía, al lado del féretro del fallecido Presidente George HW Bush.

 

Nikita Kruschev, personaje antagónico durante los años de la guerra fría, protagonista de la crisis de misiles de octubre de 1962, le regaló a la primera dama, Jacqueline Kennedy, Pushinka, hija de Strelka, el primer perro cosmonauta soviético. Siempre se especuló sí la mascota era el principal espía soviético trabajando encubierto en la Casa Blanca.

 

El presidente Lyndon B. Johnson, fue fotografiado son sus cachorros Beagle, tan orejones como el mandatario, a quienes siempre los agarraba de sus orejas.

 

Gerald Ford, paseaba por los jardines de la mansión con Liberty (Libertad), su bello ejemplar de raza golden retriever.

Los Reagan fueron compañeros inseparables de Rex, un pequeño spaniel, a quien anecdóticamente Ronald siempre enviaba saludo especial, a través de Nancy.  

 

Barbara Bush, convirtió su apego por Millie, un springer spanielen fabuloso libro de cuentos infantil relatando, desde la óptica perruna, como era vivir en la Casa Blanca. El libro se convirtió en uno de los mejores vendidos, recaudando US $ 1 millón de regalías destinadas a la fundación Barbara Bush para optimizar el alfabetismo familiar. 

 

El labrador chocolate, Buddy, inspiró otro libro infantil, con la colaboración de Hillary Clinton, durante los años tormentosos de la administración de Clinton.

 

Barney, terrier escoces, el presidente Bush hijo le colocó durante las festividades decembrinas, una cámara portátil en su cuello, video viralizado mostrando los adornos navideños al interior de la Casa Blanca, tradición seguida en la admnistracion Obama.  

 

Bo y Sunny, las mascotas portuguesas de la familia Obama fueron los últimos huéspedes ilustres de la Casa Blanca.

 

Joe Biden, llevará a su nuevo hogar, dos pastores alemanes, quienes lo acompañaron en campaña y han sido fiel compañía los últimos años. Nuevamente nos acostumbraremos a ver a Champ y Major adornando las fotografías del primer mandatario posando en los jardines de la Casa Blanca. 

 

Bienvenidos nuevamente las mascotas.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Juegos Panamericanos; De la Gloria de Cali al Infierno de Barranquilla

Centenaria costumbre de soportar el calor de temporada

¿Rebeldía o Anarquía?