Calentamiento Global, COP 26 y Política Ambiental

 


En los últimos cincuenta años la comunidad científica viene alertando sobre una posible y catastrófica situación de incremento en la temperatura global. Se atribuye es consecuencia del efecto invernadero generado por emisión de gases provenientes de motores, plantas industriales, reactores potenciados por hidrocarburos y formación de metano en actividades agropecuarias. 

 

La perspectiva dramática ha sido vívidamente recreada en decenas de películas de ciencia ficción donde el fin del mundo se acerca precipitadamente poniendo en riesgo la supervivencia, no solamente de la raza humana, sino acompañada de mutaciones impredecibles de las demás especies y devastación del eco sistema.

 

Un aumento hasta de 3.0º grados centígrados causaría cambios climáticos sin precedentes. Vendría el derretimiento de glaciares, incremento del nivel del mar, poniendo en riesgo urbes costeras, inundaciones, sequias, incontrolables incendios forestales e inminente riesgo de la seguridad alimentaria global.

 

Afortunadamente, desde 1972, las Naciones Unidas, viene liderando encuentros de lideres mundiales con el fin de buscar acuerdos sobre cuestiones ambientales. Veinte años después, en 1992, la Cumbre de Rio de Janeiro aterrizó la problemática e impulso algunas recomendaciones debían adaptar las grandes potencias generadoras del efecto invernadero. En 2012, durante la cumbre Rio + 20, se vislumbraba ligero progreso. En la mas reciente cumbre de Glasgow, Escocia, conocida como COP 26, se palpó sentimiento de optimismo, ante incrementos proyectadas inferiores a 1.5º Celsius. 

 

La conciencia global ha determinado nuevos rumbos. El cambio de motores de combustión a eléctricos, visión de emprendedores como el multibillonario Elon Musk, recursos importantes comprometidos por el segundo hombre mas rico del planeta, Jeff Bezos, a través de la filantropía, concientizan que no todo este perdido. Se afianza, contrariamente, que el derrotero es único. El ejemplo a seguir se multiplica geométricamente. Cientos de miles de empresas adaptan estrategias de conservación, preservación y acuden a energías limpias renovables, tanto en sus procesos fabriles como transporte de bienes.

 

https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2020/11/del-esperpento-de-escazu-al-enfoque.html

 

Colombia, aunque no es un jugador preponderante, es pieza fundamental en adaptar políticas ambientales. Su ubicación ecuatorial, cuenca amazónica, infinidad de pisos térmicos, extensa riqueza hídrica y potencial agropecuario la convierten en modelo ejemplar de política de estado.

 

El presidente Duque se comprometió con la crisis climática. Anunció reducción en gases efecto invernadero en un 51% para el año 2030, carbono neutro para el 2050 y preservar el 30% del territorio como área protegida, la cual actualmente ya se encuentra adjudicada a comunidades indígenas. 

 

https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2017/02/los-verdaderos-terratenientes-de.html

 

Es vital e importante los pre candidatos a la presidencia y aspirantes al congreso, den continuidad a esta iniciativa y no permitan se convierta en promesas en el ocaso de un periodo presidencial. 

 

Se requiere adoptar verdaderas políticas de estado. La iniciativa medio ambiental debe articularse con política agropecuaria, estricto control y decisiones del sector minero y energía, actividades de protección en territorios asignados y consignar constitucionalmente las normas adoptadas para ser incorporadas a nivel departamental y municipal, como compromiso con la humanidad.

 

Este granito de arena colombiano es piedra angular en el logro de superar la crisis ambiental global. 

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