Pico y Placa 14 horas al día ¡¡¡Qué horror!!!

 

A partir del 1º de Agosto se extenderá la medida restrictiva de circulación de vehículos particulares pasando de ocho horas a catorce horas diarias. Pasará de las dos franjas horarias de 6 a 10 a.m., complementada con la de las 4 a 8 p.m., a una sola franja de 6 de la mañana a las 8 de la noche, mejor dicho, todo el día.

 

Triste, lamentable y decepcionante que la secretaria de Movilidad, a cargo de un profesional, quien ostenta títulos universitarios y experiencia en temas de movilidad, proponga una medida que refleja total improvisación en asuntos de movilidad. 

 

Tuvo la oportunidad durante los veinte meses de confinamiento, de analizar, estudiar, modular y diagnosticar en profundidad las razones del caos vehicular que padece la ciudad. 

 

Con avanzados sistemas informáticos la tarea de proyectar infinidad de modelos, y por ende modular alternativas de rutas, velocidades, cruces semaforizados, pasos peatonales, carriles exclusivos del MIO, infraestructura de ciclo rutas, horarios de entrega de mercancía, infraestructura vial, señalización, ordenamiento de motocicletas, etc., todos elementos del flujo vehicular, era tarea que podía adelantarse durante esos meses de baja actividad, alejado del frenético acontecer diario.

 

Pero no. En vez de analizar, estudiar y proyectar verdaderas soluciones de movilidad, buscó y estableció, a través de una medida facilista, extender la franja restrictiva de circulación de vehículos particulares. Medida, para lo cual no se necesita, la formación académica y experiencia que del joven director.

 

El alcalde Ospina, quien acolitó la idea, repite por segunda vez en la Alcaldía. Pocos como el conocen en profundidad la ciudad. Recordamos las inconclusas mega obras de su primera administración, las cuales las administraciones sucesivas no terminaron y con dieciséis meses de mandato actual, tampoco serán concluidas. En doce años desde esa iniciativa la ciudad sigue relativamente igual en infraestructura vial, ni tampoco se adelanta en modernos procesos de semaforización inteligente.

 

El fracasado modelo de transporte masivo, falta de rutas alimentarias, proliferación del transporte informal, incremento vertiginoso de motocicletas, desidia en conectar a la ciudad existentes ciclo rutas ampliando las actuales, falta de visión hacia la peatonalización, agentes de tránsito multando en vez de regular el tráfico, son apenas unos pocos ingredientes que alimentan el caos vehicular.

 

A estos elementos debe adicionarse la estupidez de anteriores administraciones de estrechar la superficie vial con adefesios de taches y materas, improvisados bici carriles y desastrosos diseños viales que congestionan y llenan la ciudad de cuellos de botella.

 

Para un médico alcalde es sencillo entender que la circulación vehicular puede ser comparable con la corporal. ¿Por qué se improvisa en curar la enfermedad sin apropiado diagnostico?

 

Seguiremos navegando en mar de improvisaciones. Con absurdos diseños viales, análoga semaforización y fracasados modelos de transporte masivo, que impulsan la solución individual de movilidad, se alejan posibles soluciones estructurales.

 

En conclusión, se perdió la lógica y se enterró el sentido común.