El diablo haciendo hostias

 


El ministro de Hacienda Ricardo Bonilla anunció recientemente lo que considera será la política de reactivación económica del gobierno Petro. Con fundamento en el débil crecimiento de 2023, el cual fue de 0,6% y el registro del primer trimestre de 0,70%, presentará en la segunda legislatura del año (2024) una propuesta de alivios fiscales y tributarios con el fin de impulsar actividades de transición energética y turismo.

 

Para impulsar dinámicamente la reactivación, la orientación principal de recursos de reactivación será destrabar $ 16,8 billones de regalías, de los cuales aproximadamente el 50%, corresponden a la baja ejecución presupuestal de recursos no ejecutados en vigencias anteriores, equivalente a una reforma tributaria. Es el resultado de falta de planeación, priorización de proyectos territoriales, capacidad gerencial y administrativa del mismo estado.

 

Si bien es cierto, el calendario de aprobación de los planes de desarrollo, enmarcados dentro del Plan de Desarrollo Nacional, apenas culminó en los últimos meses en las respectivas asambleas departamentales y concejos municipales, hay duda sobre la posibilidad de ejecutar el inventario de 2,366 proyectos territoriales en el corto plazo, su impacto social y contribución a mejorar condiciones productivas.

 

La paquidermia del estado es el peor enemigo de la reactivación impulsada por un gobierno nacional ineficiente como ejecutor, coordinador y articulador. Las mesas de dialogo temáticas se convierten en interminables discusiones ideológicas. A lo anterior se suma que los proyectos de infraestructura vial y transición energética deben cursar tediosos procesos de estudio, recomendaciones y eventual aprobación de licencias ambientales, cuyos tiempos son incalculables.

 

Pero el problema no radica en la paquidermia estatal únicamente. El peor enemigo de la estatización de la reactivación propuesta es la corrupción. El millonario desfalco al erario del gobierno Petro ha alcanzado descaradamente niveles exorbitantes.

 

Por citar una sola entidad, los recursos malversados de la UNGRD sobrepasan $ 1 billón, enmarañados en hechos de corrupción de los carrotanques y ollas comunitarias en la Guajira, de la ineficaz contratación de prevención de inundación de La Mojana, el giro a los Fondos de Inversión Colectiva de Corantioquia, Corpouraba, Girón, sin presupuestos ni proyectos sustentados tiende mantos de duda sobre la intención del gobierno nacional.

 

Al entregar en los próximos seis meses afanada y apresuradamente cuantiosos recursos a los entes territoriales a cambio de compromisos políticos, comprometiendo votos favorables para el trámite de las próximas reformas y posible convocatoria de una asamblea constituyente  se convertirá en otro barril sin fondo de corrupción, con diferentes actores, pero con un fin similar.

 

Las hábiles cortinas de humo de Petro ocultando la realidad del desbordado y la insaciable sed de corrupción de sus funcionarios es la preocupación ciudadana y empresarial al ver dilapidados las contribuciones fiscales aportadas, que con esfuerzo se han pagado, para que continúe el orquestado despojo sistemático de recursos ilícitamente enriqueciendo a los amigos del gobierno.  

 

Entregar $ 16,8 billones, camuflado bajo el disfraz de reactivación económica, es sencillamente confirmar el viejo refrán de presenciar “Al diablo haciendo hostias”.


Comentarios

  1. Con un gobierno que criticaba y satanizaba al presidente Duque por los reajustes de la gasolina que fluctuaba en unidades de 100 y que al llegar ellos al gobierno reajustan la misma gasolina, esta vez con variación en unidades de mil...no es mucho lo que se puede confiar y mucho menos esperar!!!

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