Festival Petronio Álvarez
Villegas fue elegido gobernador para el periodo 1995-1997, nombrando a Patiño secretario de Cultura. Fue precisamente un año después que Patiño convenció al gobernador en realizar un evento cultural que exaltara los ritmos musicales y la gastronomía del Pacífico colombiano. Bajo la iniciativa de la Gobernación del Valle del Cauca, nació el primer festival, que se celebró, en agosto de 1997, en el teatro al aire libre Los Cristales. En homenaje al bonaverense Petronio Álvarez, conocido como “El Rey del Currulao”, se dio origen al Festival. Posteriormente, en la alcaldía de Ricardo Cobo, siendo Patiño director de cultura, vincula al municipio, como protagonista, de su celebración.
El festival se ha convertido, en sus casi treinta años de celebración anual, en el evento cultural, musical y gastronómico más importante de la ciudad, superado por la tradicional Feria de Cali. Los ritmos y bailes del Pacífico engalanan su celebración. La oferta gastronómica del festival, que en parte inspiró el sector del barrio Alameda con sus manjares, es uno de los mayores atractivos. Coincide con el libro que Patiño escribió diez años después del primer festival (2007), titulado Fogón de Negros, premio Andrés Bello, que relata, con profunda riqueza investigativa, el origen e importancia de la cocina y cultura de la región. La oferta de la bebida espirituosa artesanal “viche”, destilada en rudimentarios alambiques, es sinónimo de la alegría del Pacífico colombiano, sus gentes y experiencia degustativa excepcional. Las artesanías exhibidas son muestra de belleza y creatividad.
Para este año (2025) más de 52 agrupaciones concursantes, 17 invitados especiales y 170 portadores de muestras de expresión tradicional se dan cita del 13 al 18 de agosto. La estatua de Petronio, ubicada en frente de las piscinas panamericanas, se convierte en santuario.
Marimbas, chirimías, flautas, clarinetes y violines caucanos se escucharán a doquier en la celebración que honra el litoral, como el evento más alegre, seguro y pacífico.
Cali es la “Capital Afro” colombiana, con mayor población afrodescendiente, tan solo superada por Salvador de Bahía en Brasil, la cual ostenta el título reconocido como la “Capital Negra de América Latina”. La rica herencia cultural afrocolombiana debe ser una propuesta que promueva el conocimiento de la historia afrodescendiente.
La iniciativa que nació en la Gobernación no debe quedarse en celebración anual únicamente. La gobernadora Dilian Francisca Toro, quien compartió gabinete en ese primer mandato de Villegas con Patiño, podría a través de la Secretaría de Cultura crear un museo, que ojalá lleve el nombre de quien nos entregó el legado, para que honre las ricas tradiciones del Pacífico en forma permanente.
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