Dos nudos gordianos al sur de la ciudad
Los ingentes esfuerzos de la Secretaria de
Transito en aliviar el inmanejable flujo vehicular que se genera en el sur de
la ciudad nuevamente colocaron en evidencia el colapso de la infraestructura
vial de la ciudad. Este complejo problema urbano cotidiano no es atribuible al
Secretario de Transito quien responsablemente ha tratado de dar solución.
Lamentablemente, la administración Guerrero,
en su ocaso, deja aun sin resolver ni ejecutar algunas obras que la ciudad
requiere, contempladas en el Plan de Ordenamiento Territorial.
Las soluciones viales de la Calle Trece
(Pasoancho) y Autopista Simón Bolívar con Carrera 100 son inaplazables. La
intersección vial del cruce a Puerto Tejada, con recursos de la nación y con
cargo a regalías, por tratarse de una vía nacional, tampoco avanzaron en su
administración. La continuidad de la Avenida de los Cerros o Circunvalar de sur
a norte, enfrascada en la problemática predial al norte del proyecto en la
Carrera 80, sumada a la incapacidad financiera del contratista encargado, Vías
de Cali S.A.S. (Vergel y Castellanos), decretada en el paquete de las 21 mega
obras de la ciudad, tampoco fue exigida por su gobierno y funcionarios.
Deja a la próxima administración el
inaplazable reto de resolver este primer nudo gordiano iniciando urgentemente
procesos de diseño y contratación de obras de vital importancia, para soportar
el mayor flujo vehicular que la ciudad ha generado en los últimos años.
A la situación actual se ahonda la
problemática cuando el mismo POT, buscando la densificación hacia una ciudad
compacta, liberó alturas de las edificaciones. Es así como en la Comuna 22, se despliega
un segundo nudo gordiano al colapso vehicular que nos ocupa, cuando se inician
y promueven proyectos en edificios entre 12 y 18 pisos de altura.
El mercado residencial muestra que agotada la
disponibilidad en Valle del Lili y Bochalema, las unidades a ofertar deben ser
similares, entre 120 y 180 metros cuadrados, en una zona tradicionalmente
concebida y fácilmente vendible como “exclusiva”.
Se encuentran en trámite y en proceso de
promoción aproximadamente 30 torres de edificios, los cuales fácilmente
generarían 1350 unidades nuevas, más de 4000 vehículos y 7000 nuevos
residentes que impactarán la zona en los
próximos tres años.
Ante esta inminente realidad recae
responsabilidad a la administración no tener prevista la infraestructura
necesaria y requerida para este nuevo desarrollo residencial y comercial.
La zona carece de alcantarillado pluvial. El
alcantarillado de aguas residuales no fue diseñado, ni previsto para estos índices
de ocupación y construcción. La subterranizacion de redes eléctricas es
indispensable, tanto por las precipitaciones tormentosas como la arborización
de la zona. Y tristemente, la infraestructura vial diseñada para una unidad
residencial en lotes de 3000 metros cuadrados, es diametralmente diferente a la
que se requerirá con la nueva proyección poblacional potencialmente
multiplicada 54 veces.
El reto de resolver los dos nudos gordianos será
prioridad de la próxima administración.
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