Cali, bastión de la izquierda


El 27 de octubre el país renovará alcaldías y gobernaciones, mediante elección popular de gobernantes, mecanismo introducido en 1986.. Antes de dicha reforma, los gobernadores eran designados por el Presidente de la Republica y los alcaldes por las respectivas gobernaciones.

Basta con recordar la historia reciente de la ciudad para comprender los cambios estructurales poblacionales y el fortalecimiento de algunas ideologías políticas que han regido la ciudad.

En 1970, la población de la ciudad, era inferior a un millón de habitantes. En cuarenta años se incrementó exponencialmente llegando hoy a casi tres millones de personas, crecimiento atribuido principalmente al desplazamiento por violencia, narcotráfico y búsqueda de mejores oportunidades de vida, empleo e ingresos. 

En diciembre de 1979 un devastador terremoto de 7.9 grados en la escala de Richter azotó el puerto nariñense de Tumaco. El subsiguiente oleaje o tsunami arrasó con media docena de poblaciones costeras y cientos de vidas. Cali empezó a recibir un éxodo sin precedentes, no solamente de Tumaco, sino de todos los departamentos vecinos azotados tanto por violencia como desastres naturales. En las zonas del distrito de riego de Aguablanca y las laderas de la ciudad empezaron a florecer barrios de invasión, como refugios al masivo desplazamiento. 

Por esa época, en el vecino municipio de Yumbo y algunas poblaciones del departamento del Cauca se fortalecía el movimiento guerrillero del M-19, amparando sus cabecillas principales. Carlos Pizarro, Antonio Navarro, Rosemberg Pabón, Iván Marino Ospina, entre otros, con fuertes lazos vallecaucanos, encontraron en la población desplazada un semillero para sus células urbanas, pero mas importante, el descontento del estado en atender sus necesidades básicas, situación propicia para enganchar propagando ideología socialista de desigualdad.

Los nexos del grupo guerrillero con el narcotráfico fueron fundamentales en el episodio de la toma del Palacio de Justicia en noviembre de 1985. El robo de armas del Cantón norte en 1978, la cinematográfica toma de la embajada de la Republica Dominicana en 1980 y el secuestro de Álvaro Gómez Hurtado en 1988 fueron algunos de la interminable lista de audaces golpes armados, preámbulo para que los gobiernos de Belisario Betancur y Virgilio Barco iniciaran diálogos de reinserción a la población civil y política, a los integrantes del grupo armado, lo cual finalmente se dio en 1990.

Una de las condiciones presentadas por el M-19, en aquellos diálogos, era convocar una Asamblea Nacional Constituyente, para reformar la centenaria constitución. Un grupo estudiantil presentó la introducción de la Séptima Papeleta en las elecciones de marzo de 1990, convocando la Constituyente. Fue trampolín político para que el actual Procurador General, Fernando Carrillo, fuera designado por el Presidente Gaviria, primero como Consejero Presidencial y después como Ministro de Justicia.

El recién incorporado grupo guerrillero al partido Alianza Democrática M-19, con Gustavo Petro como su cofundador, logró 19 escaños, el 27% de su conformación. Fue generadora de la dirigencia del partido socialista, de la cual surgieron dirigentes como Angelino Garzón, Rosemberg Pabón, Antonio Navarro y el mismo Petro. 

Jorge Iván Ospina, fuerte candidato a la alcaldía, es hijo de Iván Marino Ospina quien fuera segundo al mando del M-19, abatido en Agosto de 1985. Con su hermano Mauricio han entrado al juego de las fami-empresas políticas y el delfinazgo propio de la idiosincrasia nacional.

En las ultimas encuestas, los candidatos de ideologías de centro, en Bogotá, Medellín y Barranquilla están liderando la intención de voto. Solo queda Cali, refugiado en Ospina, fortalecer el movimiento izquierdista para impulsar a Gustavo Petro como candidato a la Presidencia en el 2022. 

Solo basta leer entre líneas la columna y entender la importancia del tinglado que se esta tejiendo.

No es una propuesta de ciudad, es una estrategia encaminada a conquistar la Presidencia.


Comentarios

  1. Ojalá el clan de los Ospina no se apodere de la ciudad para volverla a saquear. Ojala los otros clanes de siempre no sigan apoderados de la ciudad. Todos corruptos y ladrones. El Chontico es otro corrupto apoyado por corruptos. Ojalá Cali se decidiera por Eder.

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