¡Esto es cuestión de pandebono!
En Zagreb, la capital de Croacia, en 2015, Matij Babíc, periodista y emprendedor consideró viable lanzar un proyecto de registro, calificación y distinción de infinidad de alternativas culinarias. Con un compacto grupo de colaboradores se dieron a la tarea de investigar cientos de platos gastronómicos del mundo. Tres años después, el proyecto, con el nombre Taste Atlas, comparable con la guía turística Michelin, inició el recorrido gastronómico por los cinco continentes, calificando decenas de categorías de platos típicos y auténticos.
Coincidencialmente han encontrado en la gastronómica colombiana un sinnúmero de aciertos. El más reciente, divulgado en diciembre (2024), fue calificar y destacar la Lechona Tolimense, como el mejor plato del mundo del año.
A mediados del año (2024), el Pandebono Vallecaucano, fue distinguido como el mejor pan del mundo.
La leyenda urbana del origen del típico manjar aun es un misterio gastronómico. Todo parece indicar, que en el corregimiento del Queremal, en el municipio de Dagua, en la Hacienda “El Bono”, la matrona doña Genoveva amasaba a mano, maíz curado, almidón de yuca y queso, del amasijo oriundo de San Agustín, Huila. Con el suero agregado a la masa le daba su distintivo color dorado. Su auténtica presentación era en forma de palo, grueso en el centro y extendido a los lados, para poder manipular con facilidad la masa
Finalizando el siglo diecinueve, los obreros de la construcción de la Central Hidroeléctrica de Anchicayá y los del trazado del ferrocarril de Cali-Buenaventura, pasando por el lugar, al alba del amanecer, y atraídos por el agradable aroma de pan recién preparado en leña en artesanal horno de piedra, llevaban el exquisito alimento para disfrutar durante sus largas jornadas. Fue así como se bautizó con el nombre de la hacienda; el Pan de (la hacienda) Bono”.
Unos años después, el amasijo y su preparación autentica, llegó al convento de la Sagrada Familia en el Peñón. Su exquisitez deleitó la población caleña y se extendió por toda la ciudad.
Desde ese entonces, no hay panadería caleña que no ofrezca diariamente y en cualquier horario, el “mejor pan del mundo”.
En la plazoleta que tributa al celebre cantautor chocoano se amasan, como el pan, las típicas expresiones que identifican la alegría caleña y de sus gentes; la salsa caleña, su música y por supuesto el pandebono.
Es por ello la inmortalización, ad-portas de la tradicional Feria de Cali, de la letra de Cali Ají;
Si por la quinta vas pasando
Es mi Cali bella que vas atravesando. . .
¡Y fiesta!
¡Y rumba!
Y rumba que es la feria de la caña
¡Esto es cuestión de pandebono!
Feliz Navidad, Fiestas y Prospero Año Nuevo.
Foto cortesía de Caliescribe.com
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