Cierre de la planta Chiclets Adams y Toma de la Catedral
En hechos aislados la ciudad ha presenciado dos situaciones similares
que corresponde a una realidad económica contemporánea. Tanto el cierre de la
planta de la antigua Chiclets Adams como la cancelación de rutas de pequeños
transportadores, quienes se han tomado pacíficamente la Catedral en señal de
protesta, corresponden a decisiones de modernización, competitividad y
viabilidad.
Las
economías de escala son el común denominador en ambas situaciones.
En el caso del cierre de la planta industrial que deja cesante más de
quinientos trabajadores y los transportadores que sumaran otro tanto es
lamentable para las familias pero es el momento de ofrecer solidaridad en
búsqueda de nuevas oportunidades.
Importante que el sindicato de Cadbury Adams y el Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Industria de Productos Grasos y Alimenticios, vigilen el estricto
cumplimiento del ofrecimiento compensatorio apoyando los trabajadores en procesos
de adaptación y nuevas oportunidades.
A diferencia del caso de Chiclets
Adams, el Sistema Integrado de Transporte no solamente está requiriendo 180
conductores, en situación de empleo formal, con sus respectivas garantías
prestacionales, compensando su condición cesante, sino que mantiene la oferta
indemnizatoria de chatarrizacion del equipo rodante actual.
Producir
o prestar servicios en condiciones competitivas es imperativo.
En este sentido no debe culparse a la
administración municipal por falta de estímulos fiscales y tributarios. La
competitividad es responsabilidad nacional. El país requiere mejorar su
infraestructura vial y ferroviaria para aliviar el excesivo costo de transporte
interno de mercancías. La estabilidad cambiaria, las constantes reformas
tributarias, la legislación y costo
laboral son aspectos determinantes para el sector productivo que
requiere un mínimo retorno a su inversión fabril. Estas son algunas razones por
las cuales Colombia ha venido cambiando su plataforma industrial hacia un
escenario comercial y de servicios.
Para el caso del obsoleto sistema de
transporte colectivo la ciudad aposto a un Sistema Integrado de Transporte
Masivo con el fin de modernizar y volver más eficiente la movilidad de los
usuarios. En este sentido la concentración de esfuerzos de la administración municipal
debe enfocarse hacia la satisfacción de la necesidad de transporte del usuario.
Aunque la cancelación de rutas
colectivas es parte fundamental de movilidad, la demanda insatisfecha traerá
otras opciones como medios alternativos de transporte vehicular particular y
sistemas paralelos informales.
En ambas situaciones las fuerzas del
mercado son factores determinantes que requieren una adecuada preparación y
planificación para enfrentar las contingencias resultantes.
Cali
y el Valle del Cauca deben estar preparados para desafiar esta realidad
económica.
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