Absurdo, ilógico e inoperante cobro por circular en pico y placa

Una nueva medida de desespero, falta de planeación e inexperiencia de la administración municipal recaerá sobre el inteligente análisis legislativo de los cabildantes. El gobierno ARMITAGE presentó al Concejo una absurda, ilógica e inoperante medida, que busca socializar las pérdidas de los operadores del MIO, en vez de dar solución a la movilidad urbana.

La administración municipal no debe seguir buscando el “ahogado rio arriba”.

Es prioritario generar estudios conducentes hacia un plan vial moderno. Incluyente a todos los medios de movilidad, con origen y destino, composición del actual parque automotor circulante de la ciudad (estimado en 650 mil automóviles particulares), estructuración y creatividad financiera, red semafórica inteligente, subsidio del pasaje del usuario MIO y culminación de la infraestructura del Sistema Integrado de Transporte Masivo.

La propuesta no genera incentivo ni motivación alguna para utilizar el transporte masivo. La perspicaz insistencia de girar recursos del erario a los operadores del MIO, con  implicaciones penales y disciplinarias, no es razón fundamentada para la generación del nuevo tributo.

La mayor congestión vehicular se evidencia en las comunas 2, 3, 17, 19 y 22, eje principal en sentido norte-sur de la ciudad. Sobre ellas transita el 80% de los vehículos particulares de la ciudad, de los cuales los vehículos de gama alta, pertenecientes al estrato socio económico más pudiente, estarían en condiciones de pagar el nuevo impuesto. Sí sumamos la posibilidad que estudiantes universitarios motorizados, de igual origen socio económico, paguen el mencionado impuesto, en vez de disminuir la oferta vehicular esta se aumentaría y consecuentemente ejercerá mayor presión sobre la endeble infraestructura vial actual agudizando y empeorando el caos vehicular.

La Secretaría de Infraestructura, de la cual fue titular, el actual Secretario de Transito, poca ejecución y dinamismo mostró durante su paso de ocho meses. En reciente entrevista, el nuevo Secretario de Infraestructura admitió el caótico estado de obras actuales, la mayoría a merced del capricho del contratista, y algunas de las anunciadas con “bombos y platillos”, tan solo se encuentra en etapa de pre-diseños, compra de predios y estructuración presupuestal.

Las inconclusas obras de la Carrera Primera con Avenida Ciudad de Cali, Terminal Calima, Corredor Verde de la Carrera Octava, sendero y parque lineal del Rio Cali, la vía del arboricidio a Pance, la culminación de la Circunvalar, ampliación de la Carrera 80 y Avenida Ciudad de Cali, son apenas algunas muestras de ineficiencia administrativa municipal.

Obras trascendentes para la movilidad, como la solución vial de la Simón Bolívar con Carrera 100, pasos elevados de las Calles 16 y Trece con carrera 100, Autopista Sur con 66, ampliación de la Via al Mar, Avenida Sexta con Calle 37 Norte (Chipichape), Troncal del Oriente,  algunas cobradas por valorización, reposan en los anaqueles polvorientos de la burocracia municipal, ante la impávida espera de la ciudadanía.

El análisis que el Concejo Municipal debe hacer es encontrar razones por la lentitud, exigir la culminación de obras adjudicadas y celeridad en nuevos frentes concluyentes de obras de infraestructura que tan solo han quedado en etapa de anuncios, promesas y no en fase de ejecución.

Nueve meses después de asumir y once de su triunfo electoral, la ciudadanía no siente el dinamismo profesado por el autentico, exitoso emprendedor privado, bien intencionado, pero inexperto Armitage, sino bandazos equivocados, medidas represivas, excluyentes, clasistas, que no contribuyen en solución de movilidad y caos vehicular de la ciudad.