Lo positivo de la huelga de AVIANCA


Pareciera, el Sindicato de pilotos olvidara la historia laboral colombiana.

 Después de más de un mes de declarada la huelga por el sindicato de pilotos de AVIANCA, ACDAC, cuatrocientos mil pasajeros perjudicados, mas de 8100 vuelos cancelados y multibillonarias perdidas asumidas, por la empresa y el sector turístico impactando hoteles, restaurantes, taxis, agencias de viajes, etc., superando los $ 600 mil millones, aun no se resuelve el conflicto.
Ha sido la huelga más larga en la historia de la aviación, de paso, causando incertidumbres jurídicas y desacato a las providencias de los altos tribunales involucrados por las partes.  Una colosal metida de pata del gobierno central intentar mediar, a través del Ministerio de Trabajo y su bien intencionada Ministra, sin experiencia alguna en resolución de conflictos laborales entre particulares, causando monumental desgaste al desprestigiado gobierno de Santos.
Pareciera, el Sindicato de pilotos olvidara la historia laboral colombiana.
A través del tiempo atestiguamos que las “conquistas laborales” fueron cortoplacistas y la consecuencia económica y financiera de las empresas a las exigencias cedidas terminaron en el cierre de las empresas, con enormes perjuicios al desarrollo del país, regiones y a sus mismos empleados.
Telecom, Puertos de Colombia, Ferrocarriles Nacionales, el monopolio estatal de licores, empresas de servicio públicos, el correo de Adpostal, otrora ejemplos de avances y desarrollo, fueron sustituidos por eficientes empresas privadas en detrimento de la estabilidad del recurso humano. Hace unos años la huelga de corteros de caña en el Valle del Cauca desencadenó hacia la modernización tecnificada y mecanizada en menoscabo de la centenaria generación de empleo. Aun así, no hemos asimilado que los sindicatos pueden ser más perjudiciales que convenientes.
No obstante la precaria situación, los colombianos hemos aprendido, muy a pesar del esfuerzo financiero y económico de los inversionistas de la aerolínea, mayoritariamente representados por Synergy Group, Germán y José Efromovich, cuya reacción es imprevisible, que el país tiene otras alternativas de transporte, diferentes a la que, en algún momento, fue monopolio aéreo nacional.
La huelga nos obligo a buscar otras alternativas. Se abrió el abanico para usar otras empresas aéreas, precisando la limitación frecuencial obligándonos en priorizar la planeación de los viajes.  La huelga nos enseño que podemos viajar más ligeros de equipaje. Aprendimos y valoramos que podemos sustituir lo presencial con lo virtual, a través de avances tecnológicos de comunicación, disponibles a todo nivel, personal y corporativo.
El transporte terrestre, en vehículos particulares o en modernos buses que prestan servicio intermunicipal, con conexión internet, cómodas sillas y conductores profesionales que garantizan la seguridad de pasajeros ha sido la opción más buscada.
Los viajes entre las cuatro principales ciudades, Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, han aumentado hasta en un 50% el tráfico de pasajeros en algunos trayectos y frecuencias, especialmente en horarios nocturnos. El despliegue de seguridad policía vial es notable.
Nuevamente disfrutamos la esplendorosa, bendecida topografía de riqueza inigualable de paisajes y parajes andinos. Hemos deleitado platos típicos y manjares de las regiones en los recorridos terrestres, gozando de la moderna infraestructura vial que tenemos.
Expresamos nuestra solidaridad con los afectados y rechazamos la miopía sindical.

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