Lo positivo de la huelga de AVIANCA
Pareciera, el Sindicato de pilotos olvidara
la historia laboral colombiana.
Ha sido la huelga más larga en la historia de
la aviación, de paso, causando incertidumbres jurídicas y desacato a las
providencias de los altos tribunales involucrados por las partes. Una colosal metida de pata del gobierno
central intentar mediar, a través del Ministerio de Trabajo y su bien
intencionada Ministra, sin experiencia alguna en resolución de conflictos
laborales entre particulares, causando monumental desgaste al desprestigiado
gobierno de Santos.
Pareciera, el Sindicato de pilotos olvidara
la historia laboral colombiana.
A través del tiempo atestiguamos que las
“conquistas laborales” fueron cortoplacistas y la consecuencia económica y
financiera de las empresas a las exigencias cedidas terminaron en el cierre de
las empresas, con enormes perjuicios al desarrollo del país, regiones y a sus
mismos empleados.
Telecom, Puertos de Colombia, Ferrocarriles
Nacionales, el monopolio estatal de licores, empresas de servicio públicos, el
correo de Adpostal, otrora ejemplos de avances y desarrollo, fueron sustituidos
por eficientes empresas privadas en detrimento de la estabilidad del recurso
humano. Hace unos años la huelga de corteros de caña en el Valle del Cauca desencadenó
hacia la modernización tecnificada y mecanizada en menoscabo de la centenaria
generación de empleo. Aun así, no hemos asimilado que los sindicatos pueden ser
más perjudiciales que convenientes.
No obstante la precaria situación, los
colombianos hemos aprendido, muy a pesar del esfuerzo financiero y económico de
los inversionistas de la aerolínea, mayoritariamente representados por Synergy
Group, Germán y José Efromovich, cuya reacción es imprevisible, que el país
tiene otras alternativas de transporte, diferentes a la que, en algún momento,
fue monopolio aéreo nacional.
La huelga nos obligo a buscar otras
alternativas. Se abrió el abanico para usar otras empresas aéreas, precisando
la limitación frecuencial obligándonos en priorizar la planeación de los
viajes. La huelga nos enseño que podemos
viajar más ligeros de equipaje. Aprendimos y valoramos que podemos sustituir lo
presencial con lo virtual, a través de avances tecnológicos de comunicación,
disponibles a todo nivel, personal y corporativo.
El transporte terrestre, en vehículos
particulares o en modernos buses que prestan servicio intermunicipal, con
conexión internet, cómodas sillas y conductores profesionales que garantizan la
seguridad de pasajeros ha sido la opción más buscada.
Los viajes entre las cuatro principales
ciudades, Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, han aumentado hasta en un 50%
el tráfico de pasajeros en algunos trayectos y frecuencias, especialmente en
horarios nocturnos. El despliegue de seguridad policía vial es notable.
Nuevamente disfrutamos la esplendorosa,
bendecida topografía de riqueza inigualable de paisajes y parajes andinos. Hemos
deleitado platos típicos y manjares de las regiones en los recorridos
terrestres, gozando de la moderna infraestructura vial que tenemos.
Expresamos nuestra solidaridad con los afectados
y rechazamos la miopía sindical.
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