Proyectos viales son una colcha de retazos


Como cada Alcalde pretende inmortalizar su gestión a través de proyectos viales, poco interesa dar continuidad y terminar obras de administraciones anteriores convirtiendo en colcha de retazos el desarrollo desordenado que hoy padecemos como ciudad. 
Después de un letargo de diez años en proyectos viales, adelantados por los alcaldes Guzmán y Cobo, el alcalde Ospina proyectó el más ambicioso plan conocido como las 21 mega obras. El exitoso instrumento empleado de contribución por valorización, en esa ocasión sin diseños definitivos, lastimosamente se prostituyó, dando lugar a sobre costos, infinidad de procesos judiciales, demandas e inconclusas obras que aun no se resuelven.
El alcalde Guerrero proyectó la utilización del corredor férreo integrando las diferentes modalidades de transporte, senderos peatonales, bici rutas, carriles exclusivos del MIO, tren de cercanías e inclusive algunos tramos de tranvías. La iniciativa del corredor verde o “viche” perdió su conectividad urbana norte-sur, iniciando obras desde el oriente sin la conectividad de vías alimentadoras que soportarán la demanda que el populoso sector origina, iniciativa aun inconclusa.
También concibió obras de recuperación peatonal, bici rutas y paisajismo de la ribera del rio tutelar, las cuales, después de tres años de iniciación aun no se han concluido.
La Dirección Municipal de Planeación, la dependencia encargada de velar por un ordenado desarrollo urbano, no ha presentado los estudios que el actual POT contempló y exigió para cerrar la conectividad vial de la ciudad integrando todas las modalidades de transporte abarcando la conectividad como fundamento prioritario de planeacion.
Sin un ajustado, debatido y actualizado Plan Integral de Movilidad Urbana (PIMU) plasmado posteriormente en un articulado plan vial las iniciativas viales carecen de lógica urbana.
No es atrevido considerar de acentuada improvisación e irresponsabilidad que la administración Armitage, sin un plan de contingencia para terminar la maraña de obras inconclusas y dar continuidad a algunas obras como, vía a Pance, circunvalar entre la Carrera 80 y 122, ampliación de la vía al Mar, intersecciones viales de la Carrera 66 con Autopista Sur Oriental, convergencia de la Simón Bolívar con la Carrera 70 y troncales del SITM entre otras, presente un nuevo paquete de obras para aprobación con vigencias futuras al Concejo.
Carecen sustento técnico, jurídico, planeación y la importancia de compromisos y apoyo presupuestal de la nación en la vía Cali-Jamundi y el Departamento en la vía a Puerto Tejada con los respectivos puentes y cruces a desnivel que la envergadura de la obra requiere.
No obstante el marco legal y constitucional protege la ciudadanía ante la eventualidad del fracaso en la ejecución, incumplimiento contractual, prevaricato, transparente y eficiente uso de los recursos fiscales aportados por los contribuyentes, los entes de control disciplinarios, fiscales y penales pasan impavidos, sin ningún tipo de pronunciamiento contundente.
El Concejo no puede convertirse en tejedor y reparador de la colcha de retazos, ni armador del inconcluso rompecabezas de ciudad, ni protector de la irresponsabilidad.

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