Un lánguido y desaprovechado debate presidencial

A escasos días de la jornada electoral, el canal regional Telepacífico, promovió uno de los últimos debates con los candidatos a primera vuelta.  Aceptaron la invitación, Iván Duque, Germán Vargas y Sergio Fajardo. Gustavo Petro, se excusó por haber “quedado sin voz” y Humberto de la Calle, por problemas de agenda.

Los principales temas, formulados y desarrollados por el grupo periodístico, centraron el interés en la desigualdad, corrupción e inequidad que azota la región Pacifico, con especial énfasis en su litoral.

Coincidieron, los tres aspirantes, en señalar el mayor flagelo la corrupción seguido del narcotráfico.

Sergio Fajardo, el profesor aspirante, acompañado en la audiencia por Antanas Mockus, concentró su plataforma, como ha sido consecuente en campaña, en la importancia de la educación como fundamento de principio, valor, estructura y pilar esencial de cambio en la sociedad.

Germán Vargas, expuso detalladamente, con su experiencia de Vicepresidente, los proyectos inconclusos de infraestructura que benefician la región, señalando inconvenientes de consultas previas en varios tramos y dificultad de cierres financieros de algunos concesionarios.

Ivan Duque, con su juventud inquietante, pidió la palabra para interlocutar, replicar y aportar permanentemente al debate. Su talla de estadista y solida formación en economía, permitió proyectar la necesidad de incentivar y promover procesos productivos que permitan generación de empleo formal y con ello tender las bases fiscales que aporten presupuestalmente a mayor cobertura nacional en programas de seguridad, salud, movilidad, educación, infraestructura y bienestar.

El tiempo fue transcurriendo y los temas se concentraron en la dificultad de encontrar soluciones hacia los tres departamentos que ostenta altos niveles de pobreza; Choco, Cauca y Nariño.

Fue precisamente ahí, donde el debate languideció.

El Valle geográfico del  Rio Cauca, como centro de desarrollo regional, polo de atracción y generador de dinámica económica, empresarial y financiera ejerce influencia en los demás departamentos. Poca importancia se le dio, tanto a su problemática, su visión a futuro, como a los compromisos debieran asumir los candidatos conducentes al desarrollo socio económico armónico requerido.

La clase media vallecaucana, la cual constituye el 45% de su población económica activa, representando el voto útil, calificado, inteligente y alejado de maquinarias electorales, padece de problemas de seguridad, movilidad, calidad de educación, cobertura integral de salud e incertidumbre pensiónal. Temas que no fueron abordados en el debate, perdiendo los candidatos la oportunidad de dirigirse a ese gran caudal electoral.

Quedaron por fuera del alcance y ámbito de los candidatos la inseguridad urbana, registrando regionalmente, tasas de homicidios de 51 por cada mil habitantes, convirtiendo al Valle del Cauca en una de las regiones más violentas del continente. Tampoco se toco la inseguridad rural, donde el transporte de materias primas y producto terminado ha quedado a merced de la piratería terrestre.

La problemática de Cali fue desconocida.

No se refirieron al compromiso de la nación en la culminación del Sistema de Transporte Masivo-MIO, con la construcción de la troncal de Aguablanca, ni el aporte al subsidio tarifario, problemática de movilidad diaria caleña. Tangencialmente Duque se expreso de la necesidad de reactivar la concesión del sistema ferroviario regional.

Tampoco se abordó EMCALI, patrimonio caleño, de 700 mil usuarios, entidad que bajo el yugo financiero de la congelación del fondo pensiónal exigido en el periodo de intervención, cuyo valor supera el $ 1 billón, no oxigena, ni permite flujo de caja para inversiones en reposición de redes, fuentes de generación de energía, nuevas alternativas hídricas de agua potable ni cancelar el pasivo pensiónal corriente.

La desescolarización de más de 60,000 niños, en Cali, por falta de cobertura y la problemática de la alimentación escolar, ambos en virtud de decretos nacionales del 2015 que obligan a los municipios sufragar los gastos, como tampoco el apoyo al programa de preescolares 0-5 años, en los Centros de Desarrollo Infantil fueron abordados.

Se perdió una oportunidad de comprometer al futuro Presidente