Del ideario de Fidel al fracaso de Maduro se pone a prueba Colombia
Los españoles encontraron en las corrientes de los vientos alisios, el corredor natural de navegación en vela, que los llevaban al caribe tropical, desarrollando la isla de Cuba como puerto obligado mercantil, intercambiando mercancías del viejo continente por el oro extraído en América.
Cuba fue el mas prolongado comodín español, independizado por acción de sus libertadores, Maceo, Gómez y Martí, ochenta años después que Bolívar declarará la independencia de los territorios de la Nueva Granada.
A diferencia de los estados bolivarianos que generaron republicas independientes, Cuba pasó del yugo español a una intervención y dependencia norteamericana que apoyó los corruptos gobiernos dictatoriales de Machado y Batista de las décadas del treinta y cuarenta del siglo pasado. Cuba poseía alta tasa de desempleo, analfabetismo, pobreza generalizada, falta de cobertura en salud y educación, concentración de tierra de capitales foráneos e influencia de la mafia en el sector turístico, juegos de azar y prostitución.
Fue el caldo de cultivo que encontró, el joven hijo bastardo de inmigrantes españoles, propicio para liberar al pueblo cubano de la ignominia. Revolucionario por naturaleza, formado académicamente como abogado, elocuente y convincente orador, miembro destacado de la Federación Estudiantil Universitaria, reclamando la destitución del dictador dominicano Trujillo y coincidencialmente encontrándose en Bogotá el 9 de Abril de 1948, cuando fue asesinado Jorge Eliecer Gaitán.
Influenciado por ideas Marxistas-Leninistas y convencido de la lucha revolucionaria armada contra las dictaduras de la época, en 1953 atacó la guarnición militar de Moncada en su primer intento por derrocar a Batista. Fue capturado, juzgado y sentenciado a prisión. Tras veintidós meses de detención, en 1955, es liberado por proceso de amnistía refugiándose en México. Sale, en 1956, a bordo de la embarcación Granma con 82 revolucionarios para invadir y tomarse el poder cubano. Refugiado en las agrestes montañas de la Sierra Maestra con 800 hombres derrota el ejercito nacional de Batista. Después de tres años de lucha armada llega triunfalmente a la Habana el 8 de enero de 1959.
El sueño idílico de Fidel Castro se convierte en dictadura atroz. Acaba con sus enemigos y detractores, igual hace con el aparato productivo privado. Se proclama comunista encontrando en Rusia su aliado ideológico, patrocinador de su revolución y exportación filosófica de lucha armada en América Latina. Treinta años después, cuando Rusia da el inesperado giro del Glásnost, reestructurando su política socializante, acabando con el subsidio a Cuba, encuentra Castro que en Venezuela se gesta un movimiento revolucionario liderado por un joven militar, quien intenta un fallido golpe en 1992. Al igual, su protegido, es encarcelado y liberado por indulto presidencial.
Castro se identifica con Chávez y lo apoya incondicionalmente. Chávez proclama su ideología duplicada del ideario castrista como “Socialismo del Siglo XXI”, a diferencia de Cuba, Venezuela es el país mas rico de América Latina. Sus reservas petrolíferas oxigenan la revolución chavista, confiado que el petróleo financiará eternamente sus propuestas socialistas de subvención asistencialista, de paso acabando con el aparato productivo privado. De la misma manera que Castro lo hizo décadas atrás, exporta su ideología, subsidiando primordialmente su mentor cubano y comprando la conciencia de gobernantes en América Latina.
El “sueño bolivariano” falleció con Chávez en 2013.
Su sucesor Nicolás Maduro, carece del carisma chavista, no cuenta con el apoyo ideológico del fallecido Castro, se cae el precio del petróleo, gobierna con la corrupción cómplice de allegados militares y funcionarios de bolsillo. El “socialismo del Siglo XXI” fracasa como modelo socio económico, llevando a Venezuela a un deplorable estado de pobreza, tasa de inflación millonaria, escasez de alimentos, medicamentos, desatención en salud, precariedad educacional y éxodo de venezolanos a países vecinos.
Tratando de mantener su dictadura, finge elecciones, posesionándose ilegítimamente en enero (2019), gobierno que no es reconocido por docenas de países democráticos y organismos internacionales, encabezados por Colombia y Estados Unidos. El joven presidente de la Asamblea Venezolana se proclama presidente interino fundamentado en la constitución y Maduro empieza a ver el fin de su régimen.
El hasta hace poco desconocido, autoproclamado presidente Juan Guaidó, ante un fracasado modelo socialista, postula un modelo socio económico para recuperar e impulsar la economía, basado en democracia, libre empresa, seguridad jurídica inversora como atractivo para la inversión extranjera, repatriación de capitales y relaciones multilaterales, en vez de aliados ideológicos descalabrados.
El desarrollo de la nueva Venezuela pondrá a prueba la competitividad colombiana.
Sí Colombia persiste en el fracasado sueño bolivariano, impulsado por una siniestra izquierda descalificada y fortalecida por espurios acuerdos de paz, buscando triunfos electorales en 2022, el país se encontrará ante una compleja y oscura encrucijada.
Ante el dilema inimaginable de un país sumido al desgobierno es momento de cerrar filas respaldando el gobierno Duque, quien con firmeza y decisión ejerce autoridad y mando, comprometido en acabar con viejas tradiciones politiqueras corruptas que acabaron con Cuba, Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, entre otros, amparados bajo el manto fantasmal de un socialismo macabro.
Chavez llegó al poder por el cansancio de los venezolanos con la corrupción de las clases dirigentes y partidos politicos, cuando la mayoria del pueblo se empobrecía cada vez más.Algo similar ocurre en Colombia y Duque no parece ser quien solucione esta situacion. La entrega del 20% del presupuesto nacional a los caciques regionales es una prueba evidente de corrupcion, la devolucion de los recursos ganaderos a Lafurie y Cabal es mermelada pura, el apoyo al fiscal corrupto es una bofetada a la decencia, etc. Los resultados electorales de las FARC reflejan el rechazo de los colombianos a su accionar criminal y no creo que puedan llegar al poder antes de 20 años. Si es posible que las politicas uribistas, elitistas y excluyentes, le abran camino a un gobierno de izquierda. Cerrar filas en torno a la corrupcion uribista es un error si se quiere evitar un triunfo de la izquierda.
ResponderEliminarVarias cosas. Yo no soy comunista (en este país hay que aclararlo permanentemente).
ResponderEliminarNo sabía que Castro nació de una relación extra matrimonial y si lo fue no creo que se requiera para criticar su gobierno.
El "asistencialismo" en Europa se llamó Estado Benefactor y fue uno de los pilares de su desarrollo.
Si Maduro cuenta, como dijo Guadio en España, con el 30% de respaldo popular, el camino más inteligente para salir de él es la negociación y claro el bloqueo económico.
Aplastar ese 30% es fascismo.
Esa tendencia del CD y de Duque de usar la violencia para enfrentar los problemas, a mi modo de ver, es equivocada.
Finalmente recomiendo leer a Héctor Riveros en La Silla Vacía en donde afirma que en estos seis meses de Duque aumento el desempleo, los homicidios, la inflación, la percepción de corrupción y el conflicto con el ELN.
Antonio Caballero dice que en Colombia presidente en ejercicio siempre ha sido peor que el anterior. Quizá esa ha sido nuestra desgracia.