Armitage se rajó


Lo ofrecido, en campaña, de una nueva forma de administrar lo publico, solo quedó en promesa electoral. La imagen equivocada de ser un empresario espontaneo y autentico con sensibilidad social, cuando realmente es un emprendedor incansable a quien la suerte lo premio por estar en el lugar correcto en el momento adecuado se destapó rápidamente, dando lugar a una administración donde primó la improvisación, la terquedad y la sumisión. 

La compleja tarea de la administración publica, donde convergen la concertación, la estricta normatividad, el sobre diagnostico, el interes particular de voraces apetitos burocráticos de la clase política, carruseles de contratación, demandas judiciales, enquistados carteles de corrupción, gabelas sindicales y vías de hecho disfrazadas de protesta pacifica fueron conquistando espacios en el vacío generado por la inexperiencia e improvisación del mandatario y su equipo de trabajo.

Nombró calificados profesionales, pero de perfil equivocado, en los mas importantes cargos. 

Descalificó la excelente labor de la administración anterior en Transito, nombrando como sucesor a un inexperto integrante de la fuerza publica, quien entró desacreditando la función de cuatro décadas de notable labor de los guardas de transito. Posteriormente, trató de enmendar el error nombrando un técnico de escritorio. El inatajable crecimiento vertiginoso del parque de automóviles, motocicletas e informalidad, producto del deplorable servicio del sistema de transporte masivo, sepultó las equivocadas improvisaciones del tecnócrata.

La función de la oficina de Planeación, el intelecto de una urbe en plena evolución, nunca fue priorizada. Cuatro profesionales, uno por año, han desfilado por la Dirección, ninguno destacándose por proyectar el desarrollo y cumplimiento del ordenamiento planificador.

Igual suerte corrió la Secretaría de Infraestructura, desfilando por ella, un funcionario por año, cuando se requiere disciplina y autoridad para hacer cumplir obligaciones contractuales de obras viales. Inconcebible que los parques lineales del Rio Cali, el corredor verde, la ampliación de la vía a Pance, la continuación de la Circunvalar y la Avenida Ciudad de Cali, las inconclusas mega obras, en ejecución desde la administración anterior, aun no se terminan.

Metro Cali, columna vertical de la movilidad, enfrascada en quejas, lamentaciones y lloriqueos, similares al caracterizado por el mismo alcalde, de los operadores, abusando de la nobleza del bolsillo del contribuyente para satisfacer un insaciable desequilibrio a favor del interés privado, sucumbió a esas pretensiones.

La otrora joya de la corona de EMCALI, sumida en ineficiencia administrativa, financiera y operativa, al vaivén de intereses de contratistas, empleados, proveedores y sindicatos quienes de ella se lucran infatigablemente, ha sido el mayor desacierto del alcalde, faltando autoridad en decisiones coyunturales de sobrevivencia empresarial.

La rampante inseguridad, equivocadamente medida por numero de homicidios, y no por delitos de hurtos callejeros, residenciales, de vehículos, robo de celulares hace inhóspita la convivencia ciudadana.

El equivocado concepto de generación de empleo informal, impulsado por la invasión del espacio, fortin del lavado del narcotráfico, es una ofensa para quienes se someten a la telaraña de normatividad que tan solo pretende mantener la abultada, innecesaria e ineficaz burocracia.

La cacareada reforma administrativa, fue un salto al vacío y un saludo a la bandera. El resultado es una planta de igual tamaño a la anterior, pero esta vez con mas de 10,000 empleados conformando la descomunal nomina paralela de la administración central.

Despilfarró el tortuoso camino recorrido de recuperación de las finanzas publicas. Otorgó subsidios a la inversión privada. Comprometió vigencias futuras y nuevo endeudamiento en anunciadas obras, de paso prevaricando con la inversión destinada a la infraestructura de la vía nacional Cali-Jamundí y la entrega sumisa e inmisericorde a la clase política que por décadas abusa del erario para satisfacer sus insatisfechos apetitos burocráticos. 

Inconclusa quedó la mas apremiante amenaza de inundación de la ciudad ante el estancamiento del proyecto del jarillón del Rio Cauca y reubicación de inescrupulosos invasores que aprovecharon, por décadas, el desgobierno del municipio. 

El alcalde se rajó, pero mas grave aun, la ciudad se desmoronó.

Comentarios

  1. Muy buen informe, vivo en el exterior pero me da tristeza como mí ciudad sigue de para atras

    ResponderEliminar
  2. Al menos en Barrio Buenos Aires no ha hecho absolutamente nada pareciera que ni lo conoce, desde 2016 le hemos pedido insistentemente que incluya vías en programa bacheton y supuestamente informo pero no pasa nada ... puro tilin tilin

    ResponderEliminar
  3. Negligencia administrativa municipal!.

    ResponderEliminar
  4. Excelente. Se rajo y bien rajado por incompetente.

    ResponderEliminar
  5. Informe sesgado y con informacion nanipulada..

    ResponderEliminar
  6. Totalmente de acuerdo,la informacion está manipulada porque no destaca como héroes ciudadanos a quienes perennemente se roban el erario público, y el informe está sesgado porque no publica ni una de las fiestas que se hacen despues de cada asignación de contratos supravalorados. Absolutamente de acuerdo.

    ResponderEliminar
  7. Simplemente estoy de acuerdo. Se rajó. No actuó como pensó de candidato y nos engañó con su lloriqueo! Ojalá no nos equivoquemos con su sucesor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La jugada maestra de Jaime Gilinski

Juegos Panamericanos; De la Gloria de Cali al Infierno de Barranquilla

La Vaca Antioqueña y nuestro Compromiso Valle