Se que lo imposible se puede lograr

 


Las perdidas acumuladas del sector productivo durante los 25 días de paro y bloqueos son desastrosas. El Ministerio de Hacienda estima 400 mil millones diarios para un acumulado de $ 10 billones. 

 

Se perdió grado de inversión determinado por la agencia Standard & Poor’s Global Ratings, ante el retiro de la reforma tributaria y en consideración del deterioro de las finanzas publicas. La nueva calificación elevará automáticamente, por mayor tasa de interés, el endeudamiento nacional, tanto privado como publico.

 

Grandes, medianas y pequeñas empresas atravesando dificultades ante la parálisis comercial generada por una “protesta social y pacifica”. Una fuerza laboral amenazada por el retroceso económico provocado por ignorantes marchantes y un autonombrado “comité de paro” incapaces de medir las devastadoras consecuencias. 

 

Millones de animales sacrificados desarticulando el ciclo de cadenas productivas, efecto de desabastecimiento alimentario que se dará en el mediano plazo. Hatos lecheros arrojando a caños, leche recién ordeñada por el cierre de plantas procesadoras. Productos perecederos, frutas, verduras, carnes avícolas, porcinas y bovinas, perdidos ante la ignorancia hostil y barbarie de desalmados bloqueos. 

 

El principal puerto marítimo anulado por actos demenciales y estratégicos que conllevan a eventual paralización de la economía con funestos efectos de confianza para el comercio internacional.

 

Perdidas que asumiremos, todos los colombianos, por carestía de alimentos de primera necesidad.

 

Medicamentos, oxigeno y materiales curativos requeridos, aislados, sin misericordia ni remordimiento alguno por el nefasto salvajismo propiciado por el desalmado oscurantismo ideológico de unos pocos. 

 

Sistemas de transporte masivo destruidos con sevicia y diabólica inclemencia. Estaciones de policía, símbolo de autoridad, incineradas ante la pávida mirada de “manifestantes pacíficos” y demencial abuso contra la integridad de la fuerza policiva. 

 

Destrucción de infraestructura de movilidad y sistemas de comunicación y alumbrado publico. Invasiones provocadas por el caos reinante en reservas naturales de los parques nacionales. 

 

La pandemia, actualmente atravesando el ciclo mortal y catastrófico contagio mas pronunciado desde su inicio, opacada por el incendiario amarillismo mediático.

 

La dantesca y desgarradora narración anterior no es ficticia, ni corresponde a espeluznante guion cinematográfico de aniquilación global. Es la realidad colombiana que sucumbe y naufraga en las corrientes de la anarquía.

 

Ante este desgarrador panorama invoco la letra de los compositores argentinos Coti Sorokin, Cachorro López, con la colaboración y posterior magistral interpretación de Diego Torres, transmitiendo unión, paz y esperanza. Es lo que nos depara en la reconstrucción del país, región y ciudad devastado por una absurda, ruinosa y devastadora “protesta pacifica”.

 

“Se que lo imposible se puede lograr/que la tristeza algún día se ira/y así será, la vida cambiará y cambiará” “Saber que se puede/querer que se pueda/quitarse los miedos/sacarlos afuera” “Vale mas poder brillar/ que solo busca ver el Sol” 

 

“Pintarse la cara color esperanza”

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