Venezuela llora ante el mundo

 


El 28 de julio (2024), los venezolanos tuvieron la ilusión de manifestar su deseo de cambio, a través del proceso democrático electoral, de veinticinco años del yugo opresor del régimen autoritario y dictatorial Castro-Chavista.

 

Hugo Chávez Frías había logrado, en elecciones democráticas del 2 de febrero de 1999, convencer a sus ciudadanos que el país necesitaba un cambio alejado del clientelismo que por años lo había gobernado. El sueño de una revolución socialista aprovechando la riqueza del país conduciría hacia un desarrollo equilibrado al combatir la pobreza y desigualdad de un país en desarrollo. Como primer acto de gobierno convocó a una Asamblea Constituyente de reforma constitucional asegurando mandato perpetuo.

 

A diferencia del resto de países latinoamericanos, Venezuela ostentaba un sólido indicador macroeconómico que lo distanciaba del tercer mundo acercándose a niveles de prosperidad emergente propia del concepto de países de primer mundo. Por décadas la inversión extranjera y nacional privada, acompañada de su enorme potencial petrolero, lograban estabilidad y era considerado el país más prospero del continente latinoamericano.

 

Sin embargo, Chávez, quien idolatraba la revolución cubana y a Fidel Castro, puso en marcha el “sueño bolivariano”, acudiendo al sentimiento de orgullo del libertador caraqueño doscientos años atrás. La Cuba de Castro había perdido a sus principales aliados ideológicos y los recursos económicos del bloque comunista soviético que finalizando la década de los años noventa habían cesado empobreciendo la isla. Fidel encontró en Chávez, cincuenta años después de su fracasada revolución, el cultivo ideal y pupilo para seguir exportando su fallido modelo comunista.

 

https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2019/02/del-ideario-de-fidel-al-fracaso-de.html

 

Chávez, siguiendo al pie de la letra el libreto castrista, empezó nacionalizando el sector productivo, suprimiendo libertades individuales, silenciando la prensa y persiguiendo sus opositores. Aseguró su permanencia fortaleciendo las fuerzas armadas, que como militar, conocía detalladamente. Premió su lealtad e incentivó desbordada y descaradamente la corrupción militar conocida como el “cartel de los soles”. Aprovechando su encantador y carismático discurso populista, y con fundamento en efímera bonanza petrolera, cautivo millones de seguidores entregando subsidios a doquier, instituyendo el ejercito paramilitar de colectivos chavistas en defensa de su dictadura.

 

La nacionalización del aparato productivo, sumada a la disminución de precio y producción petrolera, hizo colapsar la economía. Los indicadores de inflación, desempleo y falta de oportunidades registraron el empobrecimiento de la prospera nación. Comenzó el éxodo de ocho millones de venezolanos en búsqueda de libertades individuales.

 

Chávez se mantuvo en poder, a través de dudosos procesos electorales hasta su deceso en 2013. Entregó el empobrecido país a su leal hombre de confianza Nicolas Maduro, quien no poseía el encanto, ni liderazgo, a sabiendas que mantendría empoderado el segundo nivel de mando del régimen integrado por Diosdado Cabello, Vladimir Padrino, Remigio Ceballos y Jorge Rodríguez, entre otros. 

 

Como animal acorralado suprimió las pocas libertades individuales que quedaban, aferrándose al poder mediante engaños, fraudes, mentiras, asesinatos, violación de derechos humanos y un régimen dictatorial que no permitían sucesor diferente.

 

Sin embargo, un país hastiado, encontró en el puñado de valientes opositores, Juan Guaidó, Henrique Capriles y Leopoldo López alternativas, pese al poder diabólico tiránico de Maduro. La batalla electoral del 28 de julio consolidó la victoria de Edmundo González, pupilo de la heroína de esta historia, María Corina Machado. Maduro se autoproclamó, acolitado por un Consejo Nacional Electoral de bolsillo y sin sustento alguno, presidente. Se configuró el fraude y robo más notorio de la historia, desatando el repudio universal de organizaciones internacionales, lideres empresariales encabezados por Elon Musk, países vecinos, la Unión Europea, y su declarado archienemigo Estados Unidos, quienes han reconocido el triunfo de la oposición, pidiendo respetuosamente certificar las actas de votación, voto a voto. 

 

Ante la asfixiante persecución y masacre de nuestros hermanos defendiendo su libertad nos solidarizamos en conmovedor llanto que imploran al mundo justicia, frenando el baño de sangre de nuestra hermana nación.

 

El espejo venezolano alerta a Colombia de no cometer errores similares que dejaron a Venezuela sin rumbo, arruinada y una generación perdida, que al igual que Cuba, jamás retornarán.

 

Foto cortesía caliescribe.com


Comentarios

  1. Los gobiernos comunistas hacen que todos los ciudadanos sean iguales y lo logra...en la pobreza claro está!!!

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