La Salsa Vive

 


El cineasta caleño, radicado en Nueva York, Juan Carvajal director, guionista y productor del documental La Salsa Viven nos transporta a un recorrido histórico musical del género que identifica un espíritu hispanoamericano y caribeño. Los narradores del documental, el panameño Rubén Blades, el neoyorkino Henry Fiol y el puertorriqueño Willie Rosario, hoy a sus ciento un años, se unen a varias grabaciones realizadas con el judío de la salsa Larry Harlow, fallecido en 2021 por complicaciones del COVID, presentando magistralmente el viaje musical.

 

La salsa, esa mezcla de ritmos cubanos como el guaguancó, boogaloo, mambo montuno, guaracha, los puertorriqueños bomba y plena, adicionados a estructuras del jazz y blues americanos, encontraron en la década de los años sesenta en Nueva York su cuna musical, y quizás de ahí el nombre. Fue la época dorada del florecimiento de infinidad de artistas quienes presentaban el nuevo son en la capital del mundo. 

 

Los neoyorriqueños, Tito Puentes, Héctor Lavoe, Willie Colon, Ray Barreto, Ismael Rivera, Eddie y Charlie Palmieri, los puertorriqueños Cheo Feliciano, Pete “El Conde” Rodríguez, los hermanos Lebron, entre muchos otros, unidos por la voz inconfundible de la cubana, expulsada por el régimen de Fidel Castro, Celia Cruz y el director dominicano Johnny Pacheco, con sus gestos y la energía que desplegaba, se presentaban y alternaban semanalmente en los diferentes clubes nocturnos del barrio “Harlem Español” neoyorkino consolidando la música y el baile.

 

Finalizando la década de los sesenta, Richie Ray y Bobby Cruz, llegaron con el ritmo neoyorkino a la XI Feria de Cali de 1968, dejando en nuestra ciudad, la semilla musical. Dice la leyenda urbana que algún caleño, por equivocación sintonizó un disco de 33 rpm a 45 rpm. De la nueva velocidad y voces, que parecían pájaros o ardillas cantando, nace la “salsa caleña”, más como ritmo bailable que género musical.

 

La cúspide de la cima neoyorkina agrupó la mayoría de los artistas bajo el nombre de Fania All Stars. 

 

En la medida que decaía la salsa neoyorkina, nacía en Cali la mutación y transformación del género. En el barrio Obrero caleño las discotecas Séptimo Cielo, Honka Monka, Cañandonga, Abuelo Pachanguero sumadas a las de Juanchito se convertían en templos del baile. Surgieron las agrupaciones musicales de “salsa caleña”; Grupo Niche, Guayacán, Fruco y sus Tesos, Los Titanes, posteriormente las bandas femeninas Son de Azucar, D’Cache y Canela.  El baile icónico de Amparo Arrebato inspiró a la juventud caleña en imitar los pasos bailables de la nueva salsa, resultando en infinidad de academias y concursos globales.

 

Cali se convirtió en destino de los salseros neoyorkinos con sus presentaciones en la Feria de Cali. Algunos artistas como Héctor Lavoe y Alfredito De La Fe se radicaron en la ciudad, entregando su talento al nuevo desarrollo musical. Nacieron las escuelas de baile y la ciudad se consolidó como la “Capital de la Salsa”. Los melómanos y coleccionistas, encabezados por Gary Domínguez, fortalecían la cultura, Umberto Valverde narraba, el Mulato bailaba, el Delirio de Andrea Buenaventura socializaba y la Industria de Licores del Valle brindaba sabor al renacer caleño. 

 

El documental de Netflix, entregado por Juan Carvajal en la celebración de los 489 años de fundación de Cali, llegará a sus más de 300 millones de suscriptores. La ciudad se convertirá en meca turística de millones de extranjeros buscando la magia de la alegría caleña. Las discotecas de talla mundial, La Pérgola Clandestina, el rooftop del Hotel Aristi CallaoEspacio 10-60Don Fabio y Zorro Azul, entre muchas más, como el ave fénix hacen renacer de las cenizas las antiguas del Barrio Obrero. 

 

Extranjeros encontrarán las razones por la cual la gobernadora Toro bautizó al Valle como Paraíso de Todos y la letra del himno caleño Cali Pachanguero de Jairo Varela y Grupo Niche; 

 

“Que todo el mundo te cante, que todo el mundo te mime, a millas siento tu aroma, cualquiera justo razona, Que Cali es Cali, lo demás es loma.”

 

Sea esta la oportunidad de rendir homenaje a la alegría y hospitalidad de nuestras gentes quienes recibimos el regalo de Juan Carvajal con aprecio cordial que afianzan la ciudad hacia una leyenda mundial.


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