¿Reforma o ensanche administrativo?


La administración ha recibido el beneplácito del Concejo Municipal para implementar la propuesta de reforma administrativa. No obstante la última reforma se realizó hace dieciséis años en condiciones fiscales diferentes, buscando el redimensionamiento estructural ante la crisis financiera coyuntural de ese momento, ninguna de las dos fue un trabajo encomendado a firmas consultoras especializadas en modelos modernos gerenciales.
La loable participación de la academia, sector gremial, sindicatos, dependencias nacionales de control de la función pública y empleados del municipio es de excelente aporte. Sin embargo, recaen dudas sobre su capacidad calificada y probada en diseño de estructuras gerenciales y organizacionales funcionales para una entidad estatal de la magnitud y complejidad del municipio.
Los problemas básicos de cualquier urbe moderna de similares condiciones como son Seguridad, Movilidad, Servicios Públicos, Empleo, Planificación territorial y Servicios a la comunidad debieron ser la base de la nueva estructura.
No fue previsto en el organigrama la interacción de dependencias y entes descentralizados.
Es un error fundamental y de lógica empresarial que las dependencias, veinticuatro en total, indistintamente de su importancia, reporten directamente al máximo administrador, en este caso el Alcalde, con minucias administrativas que distraen atención de dirección y toma de decisiones.
Deben haberse agrupado por similitud funcional, reportando a un segundo grupo gerencial jerárquico con funciones inherentes cotidianas de coordinación, interlocución, planificación, ejecución, seguimiento e interacción con las diferentes áreas que faciliten su dirección en cumplimiento del mandato del plan de desarrollo y directriz gubernamental.
Las nuevas dependencias no corresponden a una realidad contemporánea de convivencia urbana. Son dependencias de apoyo en áreas de importancia, la mayoría de carácter administrativo, que no requerían ser independientes sino contrariamente bajo una dirección administrativa fortalecida y robusta. Otras coyunturales son de gestión ante organismos nacionales e internacionales de cooperación para la etapa de post-conflicto.
No puede continuar el municipio con tres diferentes entes de planificación independientes, (Planeación Municipal, Emcali y Metrocali) e igual número de departamentos de ejecución contractual en infraestructura.
Quizás el vacio más importante de la reforma es la falta de visión territorial de integración con municipios vecinos, los Departamentos (Cauca y Valle), su proyección e impacto a largo plazo, fortaleciendo la ejecución e implementación del actual POT, dotando de herramientas eficaces y partidas presupuestales a las dependencias que ese mismo instrumento de planificación exige.
Se perdió una oportunidad histórica de transformación estructural acorde a modelos modernos de administración pública.

La reforma, en vez de aplanar su estructura, buscando eficiencia, menor gasto administrativo y formar un organismo más compacto de profunda identificación de la problemática y proyección de soluciones se convirtió en abrebocas de insaciable apetito burocrático y político.

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