Éxodo Venezolano
La crisis humanitaria es de proporciones
alarmantes.
El miedo, persecución y hambruna son el común
denominador de los grandes éxodos de la historia. Desde el bíblico éxodo del
pueblo hebreo, liderado por Moisés, en busca de la tierra prometida y los
recientes fenómenos de desplazamiento forzado en Siria, Yugoslavia, Ruanda, Afganistán,
y el Cáucaso europeo, todos, han generado profundas crisis humanitarias.
La falta de oportunidades, alimentos, medicinas
y servicios básicos en un devastado país y empobrecida población que sufre las
equivocaciones tiránicas y antidemocráticas de un régimen delirante,
trastornado y desquiciado han desplazado hacia Colombia aproximadamente dos
millones de personas en los últimos años.
La equivocada ideología castro chavista del
socialismo del siglo XXI convirtió la que fue prospera nación latinoamericana
en una nación empobrecida y devastada. El desasosiego su peor enemigo.
A pocas horas de una constituyente que pretende
cercenar la democracia entregando poder absoluto al régimen dictatorial de
Maduro, la incertidumbre ha disparado el éxodo de colombo-venezolanos hacia
Colombia. Recientemente se han presenciado jornadas de aproximadamente 25,000
personas diarias cruzando la frontera en búsqueda de refugio, medicamentos y
alimentos.
La crisis humanitaria es de proporciones
alarmantes.
Venezuela fue por décadas destino de
colombianos buscando oportunidades de trabajo y proyectos de vida. Hoy el flujo
es invertido. Como nación recibiremos de vuelta compatriotas, hoy amenazados,
perseguidos y maltratados.
Sombrío, oscuro y difícil panorama nos espera.
Los albergues temporales y esfuerzos humanitarios que reciben deportados y
desplazados, en pocos días, se quedarán sin medicamento, alimento, ropa y
precarias condiciones higiénicas.
No se trata de una situación temporal
fronteriza. Es el mayor desplazamiento migrante hacia Colombia. El partido
Centro Democrático ha presentado iniciativa parlamentaria de otorgar visa
humanitaria a los desplazados. La cancillería busca regularizar y controlar la
situación creando un Permiso Especial de Permanencia (PEP) permitiendo
al ciudadano venezolano trabajar, estudiar y desarrollar cualquier tipo de
actividad legal dentro del territorio nacional.
La injusticia humanitaria provocada por el
régimen despótico probará nuestra capacidad de respuesta institucional.
Buscarle oportunidades, empleo, seguridad social y estabilidad a miles de
familias desplazadas será labor titánica en difíciles momentos de contracción y
debilidad económica.
El gobierno Santos, entregado desde hace años, al
régimen chavista venezolano, albergue de narcoterroristas, le faltó firmeza en
su política exterior en defensa de institucionalidad democrática, justicia,
equidad y amparo de derechos humanos.
La tiranía de Maduro nos cobra la indiferencia,
laxitud y debilidad.
Como nación hermana, demócrata, republicana y
humanitaria seremos solidarios con nuestros hermanos venezolanos.
Dr. Ulloa recuerde que en Colombia hubo 5 millones de desplazados, el 80% de ellos durante los gobiernos de Uribe y Pastrana. Acoger a los venezolanos como ellos acogieron a los colombianos victimas de la violencia de todo tipo. Y darles oportunidades a esos millones de colombianos que sin salir del pais requieren empleo, alimentos y medicamentos. No olvide que Colombia es uno de los paises con mayor desigualdad en el mundo.
ResponderEliminarTe asiste la razón en comentar la fragilidad en acoger el éxodo, cuando aun no hemos superado nuestro propio desplazamiento y desigualdad. Tenemos que seguir luchando para superar esta coyuntura. Un abrazo
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