Obras sin diseños, fracaso seguro

 


Al repitente alcalde Ospina le quedan un poco mas de dos años y medio de administración. Al igual que en su primera administración, hábilmente logró mayoría en el Concejo Municipal, en aprobación de cuestionable endeudamiento histórico por $ 650 mil millones, destinados, en gran parte, a infraestructura vial. 

 

Con cheque en blanco, y como si hubiera ganado el baloto, la administración Ospina, anuncia obras innecesarias, suntuarias y faraónicas, en desmedido afán de malgastar el recurso del contribuyente.

 

A la propuesta del Bulevar San Antonio, se suma la modernización de la Avenida Sexta, el Pascual Guerrero, esta ultima en ejecución, construcción de edificios inteligentes, concluir Ciudad Paraíso, y decenas de obras que en nada contribuyen al flujo uniforme de la movilidad ni contrarrestar el mayor flagelo de la ciudad, la inseguridad.

 

Precisamente hace doce años había logrado la aprobación de 21 mega obras, en curiosa coincidencia con el mismo numero de concejales, cobradas y pagadas por los contribuyentes, de las cuales dieciséis culminaron medianamente con enormes sobrecostos, y las demás entre inconclusas y algunas nunca empezadas.

 

El común denominador de las iniciativas de Ospina son carencia total y absoluta de planificación, diseños y presupuestos de los anunciados proyectos. 

 

En la ingeniería civil el diseño de cualquier obra y el presupuesto ajustado son fundamentales para su exitosa culminación.

 

Lamentablemente la normatividad estatal de contratación obligó a cambios mutantes de la ingeniería civil. A un segundo plano quedaron rezagados la consultoría, diseños, arquitectura y presupuestos. Estas funciones primordiales fueron reemplazadas por diestras dependencias de abogados especializados en contratación y demandas ante el estado. En las aperturas de procesos licitatorios es común observar los representantes de las firmas licitantes acompañados de asesores jurídicos, en vez de ingenieros, calculistas y diseñadores.

 

Así las cosas, se volvió costumbre generalmente aceptada, licitar y ganar concursos con valores inferiores a los presupuestados, y en la mayoría de veces, presentar convenientes diseños propios. 

 

La habilidad del contratista radica en ser beneficiario licitante, prolongar su ejecución, solicitar constantes ajustes presupuestales, justificar demoras por inconvenientes prediales, inadecuadas redes de servicios públicos e infinidad de excusas que permiten mantener un flujo de recursos permanentes por tiempos indefinidos. 

 

Del primer paquete de las inconclusas megaobras, se siguen buscando alternativas para el desarrollo de la obra de la Vía al Mar. La proyectada vía atraviesa la poblada comuna 1, con cientos de predios, inicialmente invasiones, los cuales con los años se fueron consolidando como barrio, con inexistentes títulos de propiedad, en su gran mayoría mejoras protocolizadas. Igual fenómeno existe en la comuna 18, donde se proyecta la inconclusa obra de la Circunvalar. Ambas obras, además, y similar a la vía a Pance, atraviesan agrestes topografías, inestabilidad de suelos, impactos medio ambientales e indetectables aguas subterráneas, lo cual supone diseñar viaductos y túneles, imposibilitando presupuestos ajustados. 


Caso ejemplar de diseño equivocado es el puente sobre la Carrera 80 y Av. Circunvalar. Tuvo que ser demolido, rediseñado y vuelto a construir por incapacidad del contratista en culminar su responsabilidad contractual con sobrecosto superior a $ 15 mil millones. 

 

https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2019/07/las-obras-inconclusas-de-la.html

 

Inaceptable que ningún ente de control, local o nacional, ejerza efectivas acciones de fiscalización preventiva y preferente, ni concluyan exitosamente procesos de investigación del derroche anterior descobijando hechos de corrupción.

 

Las obras inconclusas, sobrecostos, interminables plazos de ejecución son consecuencia de carencia de obras sin diseños. Señor alcalde, sus nuevas iniciativas, al igual que las pasadas, se convertirán en galimatías de fracasos seguros.

Comentarios

  1. Hasta cuando aguanta la paciencia de los caleños, exijamos la renuncia ya de este petardo, no permitamos que le haga mas daño a nuestra ciudad.

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