El reto de una ordenada planificación para la ciudad de Cali

 


Hace setenta años la ciudad encomendó a la firma Town Planning Associates (TPA), el diseño del Plan Piloto de Cali. Los arquitectos Paul Lester Wiener y Joseph Luis Sert iniciaron el juicioso análisis para la tercera ciudad mas poblada del país, con una población inferior a 180,000 habitantes. Ellos a su vez se apoyaron en el primer estudio serio de planificación elaborado por el urbanista Karl Brunner en 1947. Simultáneamente, Bogotá realizaba un proyecto de planificación similar encargado al arquitecto Le Corbusier.

 

Cali no contaba con una oficina de Planeación, sino contrariamente una oficina reguladora de licencias de construcción. Afortunadamente esa falta de oficina de dirección de planeación permitió libertad de expresión urbanista. Lo más importante del estudio fue la conclusión, vigente aun en el siglo XXI, de la ciudad región, su conectividad con la ciudad puerto de Buenaventura, una robusta infraestructura ferrovial, oferta adecuada de servicios públicos, y por supuesto, la importancia e impacto de la vocación agropecuaria, entregada eventualmente a la naciente CVC.

 

No se necesitaba ser erudito en la materia para diseñar el desarrollo de la ciudad. Su eje norte-sur, por un lado los estribos de la cordillera occidental y en el oriente las zonas inundables colindantes con el rio Cauca, eran limites naturales. El desarrollo residencial, más allá del centro tradicional y los barrios convencionales que bordeaban el rio Cali, apuntaba lógicamente al sur, terrenos con capacidad portante para desarrollos en altura. La zona industrial, tenía que aprovechar la infraestructura férrea, en el corredor hacia Yumbo.

 

El centro cívico, alojando oficinas administrativas municipales, departamentales, museos, teatros, museos, biblioteca, la catedral, hoteles y la estación de bomberos podría localizarse en el centro del perímetro, y para ello los alrededores de la Calle Once y Doce con la ribera del Rio Cali, como eje central, encajaban perfectamente,  El diseño de una autopista suroriental serviría como limite expansivo. Del centro tradicional hasta la línea férrea se ubicaría el sector industrial, aledaño al barrio obrero, permitiendo la facilidad de una ciudad caminable sin tener que realizar inversiones cuantiosas en sistemas de transporte masivo. Al oriente de la carrilera, siguiendo ese mismo trazado norte-sur, sería zona de expansión industrial, colindante con la estación del tren, facilitando la movilidad de trabajadores de los municipios vecinos.

 

En estos últimos setenta años, aquel simplista estudio, para una ciudad pequeña, pero que tuvo la oportunidad de crecer ordenadamente se archivó, perdido en los anaqueles del olvido.

 

La ciudad creció desbordada y desordenadamente. La zona inundable del distrito de riego y amortización de inundaciones de Aguablanca, se pobló en una zona carente de servicios públicos. La ladera, de características similares y de alto riesgo para su edificación se fue invadiendo sin control alguno. El planificado centro cívico se esfumó. La demolición de joyas arquitectónicas como el edificio del gobierno departamental, el imponente cuartel del batallón Pichincha y el hotel Alférez Real, entre otros, solo en fotografías quedaron.

 

Da tristeza ciudadana que desde el estudio TPA, la ciudad nunca tomó en serio un estudio renovador, modernizador y actualizado a la realidad del crecimiento poblacional multiplicado quince veces desde 1950. La oficina de planeación, con pocas excepciones, siguió como la otrora encontrada por TPA. 

 

Es importante mencionar que ante la obligación constitucional de presentar planes de desarrollo para aprobación legislativa del concejo, las administraciones confunden este ejercicio con la verdadera función de planificación urbana-regional a mediano y largo plazo, encargada a entidades con probada experiencia en ese campo. 

 

Si bien es cierto los aspirantes a la alcaldía claman por resolver problemas coyunturales del diario vivir, como la seguridad, movilidad, generación de empleo, autoridad, civismo y altruismo ciudadano, igual o quizás de mayor importancia merece la planeación de ciudad-región. Proyectar escenarios de corto, mediano y largo plazo de crecimiento ordenando de la ciudad-región y conectividad con el mundo globalizado es imperativo.

 

https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2022/08/cali-la-ciudad-region-sonada.html

 

La Dirección de Planeación debe ser eje estructurante de la administración municipal, no una notaría de refrendación de cambios de uso de suelo, guiadas por intereses particulares y no colectivos. 

 

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