No más impuestos; Se necesita eficiencia y recortes
Con desmedido e irresponsable afán el gobierno nacional nuevamente incursiona en explorar nuevos impuestos. En esta ocasión, aprovechando el decreto de conmoción interior fundamentado en la situación de orden público en el Catatumbo, busca nuevos tributos en cuantía de $ 1 billón de pesos. Pretende incrementar el impuesto del timbre, IVA a las apuestas y juegos al azar virtuales e hidrocarburos. Los cuales, muy seguramente, después del periodo de conmoción, pasarán de temporales, como el 4 por mil, a permanentes.
Sin embargo, al analizar la ejecución presupuestal del año anterior (2024), lo que se registra, a noviembre, es una ejecución de tan solo el 81%, es decir $ 406,7 billones de los $ 503,6 billones presupuestados. Desglosando y profundizando aún más en el análisis, arroja que por concepto de inversión no se ejecutaron $ 18 billones.
Algunos ministerios, como el más notorio, el encargado a Francia Márquez, el de Igualdad, apenas llega a un 5% de ejecución presupuestal. El presupuesto del despacho del presidente, pese a los caprichos excéntricos de la primera dama, de masajistas, maquilladores, videos y lideres espirituales, y por el lado del presidente, financiar las caravanas de protestas nacionales, apenas llegará al 20%. Los ministerios del Deporte, Interior y Medio Ambiente no superaran un 30% de ejecución. Curiosamente, este último, el de los sueños galácticos en defensa del medio ambiente, es irrisorio.
El derroche en la contratación de personal, o sea gastos de funcionamiento, es el rubro de mayor ejecución, superando el 85% de ejecución.
Así las cosas, no se explica la razón de buscar nuevos tributos, cuando la solución está en la eficiencia del aparato estatal. Si las cifras así lo confirman quedarán sin ejecutar $ 100 billones, equivalente casi diez veces a la reforma tributaria pretendida en el segundo semestre del año.
Esta iniciativa fue negada por el congreso, y desató la ira presidencial castigando inversiones importantes en proyectos de infraestructura, recursos comprometidos con vigencias futuras. El metro de Bogotá, la infraestructura vial de Medellín, el tren de cercanías del Valle, modernización de la red férrea, infraestructura de ampliación del Canal del Dique, entre otros, son los más afectados.
Parece que la más simple de las reglas económicas, no gastar más de sus ingresos, no ha calado en las esferas del gobierno nacional, donde la ideología prima sobre la función de buen gobierno.
https://guillermoulloatenorio.blogspot.com/2024/11/departamento-de-eficiencia.html
No es gravando la pequeña, mediana y grande empresa, ni mucho menos el contribuyente de a pie, que se equilibran las finanzas. Es precisamente, apretándose el cinturón, recortando la abultada burocracia del gobierno central, de los entes de control, cerrando innecesarias embajadas y consulados, dejando las vanidades personales de estrambóticos viajes acompañados de nutridas delegaciones y alquiler de sedes temporales para satisfacer el ego presidencial, por donde debe empezar y buscar el equilibrio presupuestal.
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