Cali, ciudad limpia, verde, interesante, diversa, encantadora, justa e incluyente.

La ciudad debe enfatizar la necesidad de planificación, con visión a largo plazo, complementado con planes de acción a corto y mediano término con iniciativas comunes a las ciudades modernas.

La teoría de las ventanas rotas, experimento de psicología social del profesor de la Universidad de Stanford, Phillip Zimbardo que posteriormente James Q. Wilson y George Kelling desarrollaron desde un punto de vista criminológico concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.

Por esta razón radica la necesidad de mantener Cali como una ciudad limpia.

Una de las más visibles y recordadas campañas publicitarias de aseo de la ciudad de Cali, precisamente aquella donde se destaca que, “. . . una ciudad limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia... ” resalta la importancia de mantener en optimo estado de presentación sus andenes, calles, puentes, zonas verdes, plazoletas, espacio público, colectores de aguas, acequias y riberas de los ríos.
Complementariamente las ciudades limpias pueden convertirse en ciudades verdes, donde la arborización, la flora y la fauna embellecen visualmente su entorno.
Cali, bañada por siete ríos, atravesada por acequias, hábitat a más de 700 especies de aves, bendecida por su clima tropical y frondosa arborización, es llamada a ser la ciudad verde de Colombia vanguardista de la tendencia mundial y alto sentido de responsabilidad medioambiental.
Rescatar las zonas ribereñas, mediantes parques longitudinales, corredores verdes peatonales y ciclo paseos darían un aspecto de ciudad interesante y diversa. La ventaja caleña de poseer la riqueza de biodiversidad tropical que pocas ciudades ostentan puede ser explotada transformándose en ciudad interesante y diversa, donde confluye y se integra su población multiétnica con la amplia composición del entorno.
La alegría propia del caleño, plasmada en su música, baile y humor, otorgan un sello diferenciador como ciudad encantadora.
La administración municipal, mediante programas de inclusión, participación comunitaria y equilibrio social, debe continuar incentivando y promoviendo a Cali para que sea una ciudad justa e incluyente.
El civismo caleño sencillamente se rescata cuando la población se empodera de las bondades y bendiciones de la ciudad que tenemos. Sentir orgullo de ciudad es querer un mejor bienestar para la comunidad entera.
Cali, fácilmente, puede transformase en ciudad limpia, verde, interesante, diversa, encantadora, justa e incluyente.



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